ITALIA
Basílica de San Zenón de Verona: en su cripta se casaron Romeo y Julieta
Es el momento de descubrir una de las edificaciones religiosas más sorprendentes que podemos encontrar en Verona: la Basílica de San Zenón.
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Verona, con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las ciudades italianas que más visitantes recibe año tras año. Y siendo honestos, no es para menos. Su casco antiguo es uno de los más sorprendentes del país. En él, podemos encontrar un gran número de edificaciones y monumentos que no dejan indiferente a nadie.
Una de las construcciones más impactantes es, sin lugar a dudas, la Basílica de San Zenón. No solamente llama poderosamente la atención por su arquitectura sino también porque, según dicen, en la cripta de esta Basílica contrajeron matrimonio Romeo y Julieta, los históricos personajes de William Shakespeare.
La Basílica de San Zenón, a través de su historia
Para conocer todos los detalles de esta edificación religiosa, debemos centrarnos en la figura de San Zenón, que murió allá por el año 380. Fue precisamente sobre su tumba, en torno a la histórica Vía Gallica, donde se decidió erigir una primera iglesia en su nombre. El encargado de dar esta orden fue nada más y nada menos que el Rey Teodorico el Grande.
En la historia de la ciudad de Verona, cabe mencionar el siglo IX. Por aquel entonces, quedó completamente destruida. A pesar de todo, tanto el Rey Pipino de Italia como el obispo Rothaldus, hicieron hasta lo imposible para poder reconstruirla a la mayor brevedad posible.
Lejos de que todo quede ahí, este edificio volvió a ser destruido como consecuencia de una invasión que se llevó a cabo en el siglo X. Para lograr preservar los restos de San Zenón y que no fueran ultrajados, se decidió trasladarlos a la antigua Catedral de Santa María.
Bien es cierto que no estuvieron mucho tiempo en aquel lugar ya que, en cuestión de años, regresaron a la actual cripta de la iglesia. El año 967 fue clave, ya que el obispo Raterius fue quien ordenó la construcción de la actual edificación, que destaca por tener un estilo románico. Eso sí, quien ofreció la ayuda económica fue Otón I, conocido Emperador Germánico.
A principios del año 1117, la iglesia quedó bastante dañada como consecuencia de un terremoto. A pesar de lo sucedido, decidieron restaurarla e, incluso, hacer diversas ampliaciones. Esta obra finalizó en el año 1398 donde, entre otras cuestiones, se reconstruyeron tanto el ábside como el tejado, utilizando en esta ocasión el estilo gótico.
La Basílica de San Zenón, a través de sus características
Una de las cuestiones que más llama la atención es su fachada, ya que es el modelo que siguen las edificaciones posteriores pertenecientes al estilo románico de la ciudad italiana. Uno de los elementos que más sorprende es el imponente rosetón en forma de Rueda de la Fortuna, siendo obra de Brioloto.
No podemos dejar de mencionar el Campanario de la Basílica de San Zenón, que se trata de un edificio separado. Las obras comenzaron en 1045 y no finalizaron hasta 1173. Cuenta con poco más de 70 metros de altura, es de estilo románico y el exterior está decorado por una serie de imponentes esculturas. Las campanas más antiguas databan del año 1149 pero, en la actualidad, tan solo queda una de ellas.
La tumba de San Zenón
El interior de la Basílica situada en la ciudad de Verona es sencillamente impresionante. El elemento clave, por excelencia, es la cripta que data del siglo X. Cabe destacar que, desde el año 921, aguarda el cuerpo del Santo, cuyo rostro está cubierto por una sorprendente máscara de plata.
Esta cripta en cuestión tiene nada más y nada menos que una nave central con un total de ocho laterales. En ellos, los arcos se apoyan hasta en 49 columnas y todas ellas presentan un capitel diferente. Lo cierto es que estamos ante una Basílica con mucha historia y que, sobre todo, logra no dejar indiferente a todo aquel que se anima a visitarla.
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