Belcastel, un pueblo de postal a orillas del río Aveyron

Empedrada, de color amarronado, repleta de historia y bañada por el río Aveyron. Así es Belcastel, una comuna de alrededor de 100 habitantes situada al sur de Francia, en la región de Occitania. Cuando llegas a Belcastel ya puedes darte cuenta de lo bonito que es este lugar. No hace falta callejear por allí, sino que lo descubrirás con tan solo echarle un primer vistazo.

Su entorno, pues el pueblecito está situado en mitad de un valle, ya es precioso al estar teñido de verde por la frondosa vegetación. Pero el pueblo en sí, que forma un conglomerado de casas de piedra presididas por un castillo es todavía mejor.

Recorrerlo supone empaparte de su historia y dar un salto en el tiempo hasta trasladarte a la época medieval. Su castillo, que ya hemos dicho que corona el conjunto de edificaciones que conforman Belcastel, data del año 1040. Y se construyó en la zona alta porque, tal y como era costumbre por entonces, sirvió como lugar de vigilancia.


Además del castillo, otro de los mayores atractivos de Belcastel es su puente de piedra que data de 1409. Está situado muy cerca de la iglesia del pueblo, también de piedra y muy bonita. En el interior de la misma se encuentra el sepulcro de Alzias de Saunhac, que fue el primer señor de Belcastel en el siglo XIV.


Pero como siempre decimos cuando hablamos de lugares como Belcastel, lo mejor que se puede hacer es recorrer a pie sus calles. O sentarte en una terracita a disfrutar de un refresco mientras disfrutas de la paz de un lugar tan poco transitado como este. Y de sus increíbles vistas a la montaña, al castillo o a la iglesia.