Big Ben de Seychelles: esta es la curiosa historia que esconde

Victoria es una de las ciudades más espectaculares que podemos encontrar en el planeta, y es la capital de Seychelles. Tal es su importancia a nivel histórico y cultural que llegó a ser la sede del Gobierno Colonial de Reino Unido, haciendo que sus principales exportaciones fueran cocos, aceite de coco, vainilla, jabón e incluso caparazones de tortuga.

Lo cierto es que en esta preciosa ciudad podemos encontrar muchas cuestiones que, desde luego, no nos dejarán indiferente. Desde el Jardín Botánico hasta el Museo Nacional de Historia, pasando por la Corte e incluso un reloj que siempre llama mucho la atención. Y es que se trata de nada más y nada menos que un pequeño Big Ben, llamado ‘Little Ben’.

Debemos tener en cuenta que estamos ante una torre del reloj en miniatura. No solamente nos recuerda al mítico reloj situado en el Palacio de Westminster de Londres, sino también a otro más pequeño que se encuentra en la intersección entre la calle Victoria y Vauxhall Bridge Road, en pleno centro de la capital de Reino Unido.

Por lo tanto, también se encuentra bastante cercano a la estación de Victoria de Londres. Este pequeño, y para muchos desconocido, ‘Little Ben’ fue fabricado en el año 1892, aunque se decidió retirar en 1964. Durante ese tiempo se restauró y se re-erigió en 1981 como “gesto de amistad franco-británica”.

Lo que pocos saben, además, es que existe una réplica de este ‘Little Ben’ pintado de plata en Victoria (Seychelles). Se inauguró en el año 1903 por el gobernador Ernest Bickham Sweet-Escott tras el fallecimiento, en 1901, de la reina Victoria. De ahí que lleve por nombre ‘Victoria Clock Tower’.

Esta espectacular y sorprendente torre está situada en la capital de Seychelles, concretamente en el cruce de Independance Ave y Albert Street, siendo una de las zonas más concurridas de la ciudad. Una manera más que perfecta para recordar uno de los instantes más contundentes de la historia de Victoria.

Debemos tener en cuenta que, por aquel entonces, Seychelles formaba parte de la colonia británica. De ahí que Sweet-Escott hizo esta propuesta para conmemorar a la reina. El coste de su creación fue bastante elevado, por lo que los habitantes decidieron recaudar lo máximo posible para que esa propuesta fuera una realidad. El resto fue aportado por el gobierno. Cabe destacar que este reloj fue construido por Gillet & Johnson de Croydon, una marca muy conocida en Inglaterra. Por lo tanto, estamos ante un gesto verdaderamente peculiar, sorprendente y, sobre todo, ¡muy acertado!

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