CASTILLOS
Castillo de Haut-Koenigsbourg: historia de la fortaleza que fue refugio de los “caballeros bandoleros”
Es hora de descubrir la historia que hay detrás de una de las fortalezas más sorprendentes de Francia: el castillo de Haut-Koenigsbourg.
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Es el momento más que perfecto para conocer la historia del castillo de Haut-Koenigsbourg. Se trata de una construcción situada en la cima del monte Stophanberch. Un lugar absolutamente especial ya que, en el año 774, fue donado por Carlomagno a la abadía de Lièpvre, que pertenecía a la Abadía de Saint-Denis.
Un año a destacar en la historia del castillo de Haut-Koenigsbourg es el 1079. En ese preciso instante, Federico de Hohenstaufen, duque de Suabia, decidió confiscar este monte. Y siguiendo las órdenes del emperador Enrique IV del Sacro Imperio construyó una serie de fortalezas en toda la región para poder asentar ese comentado poder imperial.
A pesar de los esfuerzos, lo cierto es que esta confiscación no fue para nada aceptada por los abades de San Dionisio. De hecho, fueron ellos los que pidieron al rey Luis VII de Francia que interviniese en esta situación. ¿De qué manera? Haciendo llegar un documento al emperador en 1147.
En él, ya se mencionaba la presencia de un imponente castillo con dos torres, desde donde se vigilaba la zona. Una de las curiosidades es que cada una de estas torretas pertenecía a un señor distinto y, uno de ellos, era Federico Barbarroja, príncipe de Hohenstaufen.
Tiempo después, concretamente en 1192, esta fortaleza era conocida como Königsburg, o “castillo del rey”. Cabe destacar que, entre los siglos XIII y XV, la posesión de este Castillo pasó de estar en manos de los duques de Lorena a los señores de Rathsamhausen. Una posesión que no duró mucho tiempo, ya que terminó siendo propiedad de los Hohenstein.
Uno de los datos más curiosos que esconde este castillo de Haut-Koenigsbourg es que pasó a ser nada más y nada menos que un refugio para los conocidos como “chevaliers brigands” (caballeros bandoleros). Ellos fueron los que, en la segunda mitad del siglo XV, asolaron los impresionantes campos de Alsacia.
Esto provocó que, inevitablemente, la fortaleza no solamente fuera asaltada, sino también incendiada, por unos 500 soldados. Estos contaban con el incondicional apoyo de importantes ciudades de la época, como es el caso de Colmar, Basilea o, incluso, Estrasburgo.
Sea como sea, lo cierto es que este castillo de Haut-Koenigsbourg se ha convertido en una de las edificaciones más visitadas de la zona. Quien decide acercarse, se queda completamente sin palabras. No solamente por sus imponentes vistas, sino porque parece que, entre sus paredes, se ha parado el tiempo. ¡Es espectacular!
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