Castillo Sant'Angelo de Roma: curiosidades y leyendas que esconde

El Castillo de Sant’Angelo es uno de los más conocidos, pero también uno de los más sorprendentes, que podemos encontrar en la ciudad italiana de Roma. Se trata de un lugar que, durante el paso del tiempo, ha sido refugio, palacio, tumba e, incluso, prisión. Por lo tanto, está repleto de historias.

Para conocer la verdadera historia de la construcción del Castillo de Sant’Angelo, debemos viajar a los primeros siglos de la era moderna, cuando el Emperador Adriano ordenó construir un mausoleo para él y su familia. Fue construido en la orilla izquierda del Tíber y cerca de la Ciudad del Vaticano. Un puente lo unía a la otra orilla.

A pesar de que esa era la idea inicial, el Castillo de Sant’Angelo comenzó a hacer las veces de edificación militar. De hecho, más tarde, formó parte de la conocida como Muralla Aureliana. Pero, por aquel entonces, todavía no tenía tanta relevancia histórica, económica y política como adquirió tiempo después.

Es importante saber que, desde el año 1925, pasó a ser la sede del Museo Nacional del Castillo de Sant'Angelo. En él, podemos encontrar grandes colecciones de arte, historia y hasta reliquias del tan conocido ejército italiano. Si deseas hacer el recorrido, podrás disfrutar de restos arqueológicos de mármol, pinturas, esculturas, muebles, colección de armas y, entre otras cuestiones, también podrás ver las celdas donde se encuentran los restos de los sucesores de Adriano.

El Castillo de Sant’Angelo, a través de sus curiosidades

Al contar con una larguísima historia entre sus muros, es evidente que este Castillo cuenta con un gran número de datos de lo más sorprendentes. Uno de los más conocidos tiene una estrecha relación nada más y nada menos que con la Ciudad del Vaticano. ¿El motivo? La sede de la religión católica y el Castillo de Sant’Angelo están perfectamente conectados, a través de un túnel subterráneo.

¡Lo que lees! Se conoce como “Passeto” y, en un momento dado de la historia, fue un elemento fundamental para poder salvar la vida de un Papa, concretamente de Clemente VII. Y es que pudo escapar de la ciudad, que estaba siendo saqueada y asediada. Un pasadizo que, a pesar del tiempo, continúa de pie.

Como dato curioso, también debemos saber que este castillo no solamente funcionó también como prisión, sino también como residencia papal, almacén militar, armería o, incluso, museo. Debido a la cantidad de usos que tuvo, esta edificación cuenta con un gran número de decoraciones artísticas que no dejan indiferente a nadie. En la actualidad, estamos ante una gran atracción turística que, como no podía ser de otra manera, aparece en un gran número de películas e, incluso, en videojuegos.

La leyenda del Castillo de Sant’Angelo

Como suele ocurrir en este tipo de construcciones, suele haber un gran número de leyendas. Una de las más conocidas y que ha pasado de generación en generación tiene una estrecha relación con el Papa Georgio I. Éste tuvo una visión en el que aparecía San Miguel en la torre más alta de este Castillo. El Santo sostenía una espada, con la que daba fin a la plaga de la peste que asediaba la ciudad.

Es entonces cuando, con motivo de este acontecimiento, el Castillo de Sant’Angelo comenzó a llamarse de esa manera. Debemos tener en cuenta que, por aquel entonces, antes de que el Papa tuviera esa visión, esta edificación era conocía como Mausoleo de Adriano.

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