ALEMANIA
Castillo de Wartburg: su historia y su curioso vínculo con Isabel de Hungría y Martín Lutero
Viajamos hasta Alemania para conocer la historia de uno de los castillos más sorprendentes y significativos del país.
Publicidad
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad de Eisenach, en el estado alemán de Turingia. Allí encontramos, al borde de un precipicio de 410 metros, una impresionante construcción. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, del Castillo de Wartburg. En 1999, esta construcción fue proclamada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como nada más y nada menos que “Monumento sobresaliente del periodo feudal en la Europa Central”.
Castillo de Wartburg, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que fue construido en 1067 por Ludwig der Springer, el landgrave de Schauenburg. Según la tradición, este castillo obtuvo su curioso nombre cuando su creador vio por primera vez la colina sobre la que se encuentra en la actualidad. Al parecer, exclamó una frase en la que hacía un juego de palabras alemanas entre “Berg” (Montaña) y “Burg” (Castillo).
Cabe destacar que se dice que ordenó transportar arcilla de sus tierras hasta la parte más alta de la colina para hacer jurar que el Castillo se erigió en terrenos suyos. De hecho, al parecer, lo más seguro es que el nombre de esta construcción venga realmente de “Wacht-burg”, es decir, castillo (“Burg”) vigía (“wacht”).
No podemos dejar de mencionar que esta construcción tiene una gran importancia en la historia de Alemania. Al fin y al cabo, hasta 1440, el Wartburg fue la sede de los landgraves de Turingia. Al tratarse de un centro de la cultura de la corte, alrededor de 1207, se convirtió en el lugar de celebración del conocido como “Sängerkrieg”, un concurso de trovadores en el que participaron Wolfram von Eschenbach o, incluso, Albrecht von Halberstadt.
Pero no todo queda ahí ya que, con tan solo cuatro años, Isabel de Hungría fue trasladada a este Castillo por orden de su madre. Y todo con el objetivo de que fuese criada como futura consorte del Rey Luis IV de Turingia. Isabel vivió allí desde 1211 hasta 1228 y, a lo largo de este tiempo, realizó un gran número de obras de caridad. Tan solo tres años después de poner rumbo a Marburgo tras la muerte de su marido, Isabel de Hungría falleció a los 24 años. Posteriormente fue canonizada como Santa por la Iglesia Católica.
Cabe destacar que entre mayo de 1521 y marzo de 1522, en el Castillo de Watbrug vivió el reformador Martín Lutero. Fue llevado a este lugar para salvaguardar su seguridad, a petición de Federico el Sabio, tras haber sido excomulgado por el Papa León X y haberse negado en rotundo a retractarse en la conocida como Dieta de Worms. Durante esta etapa y en este lugar, Martín Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán utilizando como seudónimo “El Caballero Jorge”.
De esta época existe una curiosa leyenda. Se dice que Satanás se le apareció a Martín Lutero. Éste, en un ataque de ira, no dudó un solo segundo en lanzarle el tintero. Algunas de esas gotas de tinta cayeron sobre una pared, por lo que muchos curiosos y visitantes no duran en llevarse trozos de esa pared donde, supuestamente, cayeron esas gotas de tinta.
Publicidad