POLONIA
Castillo de Wawel de Cracovia: historia, vínculo con la Realeza y por qué fue sede del Presidente
Ponemos rumbo a Cracovia para conocer la sorprendente historia que esconde su espectacular Castillo de Wawel.
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Viajamos hasta Polonia, concretamente a la ciudad de Cracovia. Allí, como no podía ser de otra manera, tenemos la oportunidad de toparnos con construcciones, monumentos y rincones de ensueño. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el Castillo de Wawel, construido a instancias de Casimiro III el Grande, cuyo reinado se produjo entre los años 1333 y 1370.
El Castillo de Wawel de Cracovia, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que la colina Wawel, en la que está ubicada la construcción, lleva habitada desde la era paleolítica. Este asentamiento se caracterizaba por tener un próspero comercio, destacando también por la agricultura local y la artesanía por lo que, poco a poco, fueron asentándose muchas más personas en esta colina.
A comienzos del siglo XVI, tanto el Rey Segismundo I el Viejo como su mujer llamaron a los mejores artistas a nivel nacional e internacional para renovar el castillo, con la intención de transformarlo en un palacio renacentista. Con el paso del tiempo, se convirtió en una residencia real de referencia en Europa Central.
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No podemos dejar de mencionar que en el año 1595 tuvo lugar un incendio que arrasó con la parte noreste de la construcción. Fue el Rey Segismundo III Vasa quien se encargó de su reconstrucción, aunque actualmente solo quedan en pie la chimenea del Salón de los Pájaros y las escaleras de los Senadores.
Tiempo después, concretamente en 1609, Segismundo tomó la decisión de trasladar la capital a Varsovia, por lo que este Castillo quedó abandonado. Pero no todo queda ahí, ya que las invasiones llevadas a cabo por Suecia entre 1655 y 1657, así como en 1702, hicieron posible que el deterioro de esta construcción fuese más evidente.
En 1794, la colina de Wawel fue ocupada por el ejército prusiano, que no tardó en aprovechar la ocasión para robar las insignias reales que jamás fueron recuperadas. En 1795, tras la tercera partición de Polonia, Wawel fue considerado como un importantísimo punto defensivo. Por lo tanto, los austriacos decidieron modernizarla con imponentes murallas defensivas.
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Fue entonces cuando se dio el paso de modificar el interior de este Castillo, derribando a su paso algunos edificios. En 1905, Francisco José I de Austria ordenó a las tropas que se marcharan de Wawel. Aun así, sí que se llevó a cabo la restauración de la construcción.
Tras la Primera Guerra Mundial, las autoridades tomaron la decisión de que el Castillo de Wawel fuese utilizado por el gobernador de Polonia. Con posterioridad, en 1921, el Parlamento dio a Wawel el estatus de nada más y nada menos que residencia del Presidente de Polonia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Wawel fue la sede de las autoridades ocupantes, así como la residencia de Hans Frank, gobernador general.
Como consecuencia de los graves destrozos tras esta guerra, por decreto del Consejo Nacional de Estado, el Castillo se convirtió en Museo Nacional. Fue en la década de los 60 del pasado siglo cuando empieza a adquirir el aspecto que conocemos en la actualidad. Sin duda, esta construcción se ha convertido en una de las más visitadas y significativas de la ciudad polaca. ¡Y no es para menos!
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