Catedral de Helsinki: ¿Sabías que era conocida como Iglesia de San Nicolás?

Viajamos hasta Helsinki para conocer la historia que hay detrás de una de las edificaciones más significativas de la ciudad. Estamos hablando, cómo no, de la Catedral. Situada en la Plaza del Senado, fue construida entre los años 1830 y 1852. Se erigió a modo de homenaje a Nicolás I, zar de Rusia y gran duque de Finlandia.

Por esa razón, hasta el año 1917 que se llevó a cabo la independencia del país, esta edificación religiosa era conocida como Iglesia de San Nicolás. Para conocer la historia que hay detrás de esta construcción, debemos viajar al año 1812. Poco después de que Helsinki se convirtiera en la capital del país, Alejandro I de Rusia decretó algo muy concreto: que el 15% de los impuestos a la sal se destinasen a la construcción de dos iglesias. Una de ellas luterana mientras que la otra, por el contrario, ortodoxa.

Esta Catedral se erigió sobre una pequeña iglesia que data del año 1727 y que estaba dedicada a Ulrica Leonor, reina de Suecia. Entre los años 1824 y 1926 se construyó una antigua iglesia en la ciudad, próxima a Kammpi. Ésta sirvió como catedral mientras se llevaban a cabo los procesos de demolición de la iglesia en honor a Ulrica Leonor. Las campanas de esa iglesia antigua fueron utilizadas para la Catedral.

El arquitecto que se encargó de las obras de esta imponente edificación religiosa es nada más y nada menos que Carl Ludvig Engel, uno de los más reconocidos de la época. Con posterioridad, Ernst Lohrmann se encargó de hacer una serie de modificaciones. Entre ellas, agregar cuatro cúpulas que nos recuerdan a dos catedrales ubicadas en San Petersburgo.

Estamos hablando, cómo no, de la Catedral de Kazán y la Catedral de San Isaac. Pero eso no fue lo único que hizo Ernst Lohrmann, ya que también construyó dos espectaculares campanarios independientes. En los vértices y esquinas de la azotea, situó las estatuas de los Doce Apóstoles, elaboradas en zinc.

Por lo tanto, estamos ante el conjunto más grande del mundo en cuanto a estatuas realizadas en este material se refiere. Éstas fueron fundidas por Devaranne en Berlín, y esculpidas por Hermann Schievelbein y August Wredov. Este proceso se llevó a cabo entre los años 1845 y 1847.

Uno de los puntos fuertes de esta Catedral de Helsinki lo encontramos, precisamente, en su interior. Nos referimos al espectacular altar mayor, pintado por Carl Timoleon von Neff. Se trata de una obra que el emperador Nicolás I quiso donar a la iglesia. Aunque el interior llama la atención por su escasez decorativa, sí que encontramos varias estatuas como la de Philipp Melanchthon y Martín Lutero.

Si estás pensando en visitar la capital de Finlandia, no dejes pasar la oportunidad de conocer, en primera persona, el que es considerado como el gran símbolo de la ciudad.

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