Catedral Metropolitana de San José: ¿cuál fue el motivo de su construcción?

Ponemos rumbo hasta San José, en Costa Rica, para conocer la historia que hay detrás de una de sus construcciones más significativas. Estamos hablando, cómo no, de su Catedral Metropolitana. Para saber su origen, debemos viajar hasta el año 1813, cuando las Cortes de España concedieron a San José el título de ciudad.

Como consecuencia, se hizo necesario erigir un templo para hacer honor, como no podía ser de otra manera, a la fe católica. Este fue el motivo por el que se decidió construir esta Catedral Metropolitana. Las obras de ese primer templo comenzaron en el año 1825, bajo la estricta supervisión de Eusebio Rodríguez.

De hecho, fue él quien diseño un templo mucho más ancho y mucho más largo. La iglesia, como tal, se inauguró en el año 1827, pero hasta 1850 no fue elevada a rango de Catedral, coincidiendo con el momento en el que se nombró a Anselmo Llorente y La Fuente nada más y nada menos que primer obispo de Costa Rica.

A pesar de inaugurarse en 1827, debemos saber que la estructura terminó bastante afectada como consecuencia de diversos terremotos. Así pues, en 1871, monseñor Llorente y el Cabildo decidieron unir fuerzas para encargar un estudio a José Quirce (arquitecto) y a Manuel Conejo (carpintero) para conocer el estado real de la construcción.

Éstos recomendaron cambiar el techo. Tiempo después, murió monseñor Llorente y tomó su cargo Domingo Rivas. Fue él quien dio el paso de contratar a José Quirce para que elaborara unos planos de la Catedral. Tan solo duró un año en ese puesto, que ocupó el carpintero Ramón Estrada. Éste terminó la obra en el año 1878, pero también se encargó de crear el púlpito, la cúpula, el coro y, además, los curiosos detalles de sus columnas.

Un año después, Costa Rica se vio azotada por un impresionante terremoto por lo que la estructura volvió a sufrir graves daños. Tanto es así que se tuvieron que derribar los campanarios de mampostería, para dar paso a unos de metal. Aunque eran menos pesados, lo cierto es que el tamaño era realmente desproporcionado en comparación con el resto de la edificación.

Otro año a destacar es 1972. Con motivo de la ampliación de la conocida como Avenida Segunda, se realizaron diversos movimientos de tierra en la parte norte del terreno de la Catedral. Esto provocó que el edificio del Sagrario, del siglo XIX, fuera demolido. Eso sí, se construyó una réplica, con un material más resistente y mucho más cerca de ese cuerpo principal de la estructura.

Esto hizo posible que se trasladaran los restos mortales de diversos religiosos que descansaban en un mausoleo para tal fin. Y es que debido a esos movimientos de tierra mecanizados, se encontraron muchos restos humanos que pertenecían al periodo colonial comprendido entre el año 1776 y 1813.

En cuanto a la década de los 90, y como consecuencia de los terremotos que hubo en Costa Rica en los años 1990 y 1991, se decidió reforzar la Catedral Metropolitana. Entre otras cuestiones, se dio el paso de reconstruir esos característicos y originales campanarios.