FRANCIA
Chantilly, una bonita escapada de un día desde París
¿Cuentas con varios días en París por delante? ¿Te apetece ver sus alrededores? Te recomendamos hacer una excursión de ida y vuelta a Chantilly.
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París es una ciudad enorme y verla en profundidad puede llevarnos varios días. ¡Si solo el museo del Louvre da para un día entero! Pero puede que tengas muchos días por delante en la capital francesa. O que la estés visitando por segunda o tercera vez y, en esta ocasión, te apetezca también conocer alguno de sus alrededores. Bien, pues en ese caso te recomendamos Chantilly, situado a tan solo una hora de París.
Hablamos de un lugar que en muchas veces queda eclipsado por otros más conocidos, como Versalles. Pero que tiene un palacio grande y bonito que merece la pena conocer. Sin embargo, el hecho de tener tan poca popularidad hace de este lugar uno más tranquilo, en el que pasear sin tener que ir sorteando gente a cada paso.
Centrémonos ahora en el castillo de Chantilly, de origen medieval aunque remodelado en el siglo XIX. Y es que en su interior alberga varios tesoros. Uno tiene forma de biblioteca. Una biblioteca colorida, limpia, ordenada, con libros que cuentan diez años de historia. Pero no solo eso, sino que en el interior del castillo de Chantilly también encontramos la segunda pinacoteca más importante de Francia, solo por detrás del Louvre.
Por otro lado, también se pueden visitar los apartamentos que tiene el castillo, que debes saber que en ellos, incluso, se ruedan películas. Allí puedes ver la Cámara del Príncipe, la Galería de las batallas o la sala de música, entre otras cosas. Quizá prefieras acercarte a la capilla de Chantilly, que data de 1882 y en la que hay figuras de mármol negro y una urna en la que se encuentran los corazones de la familia del Duque de Aumale. Pero de ella podemos destacar también sus vidrieras o los paneles de marquetería.
Pero si esto ya te parecía interesante, debes saber que no es todo lo que el castillo de Chantilly ofrece. También se pueden ver sus caballerizas, costruidas entre 1719 y 1740, o entrar al Museo del Caballo. Aunque quizá lo más bello de todo son sus jardines, diseñados por Le Nôtre, y que mezclan estilo inglés, francés y asiático. Cuentan con 115 hectáreas, entre las que hay varios jardines, un canal de 3 kilómetros, la isla del amor, rodeada de fuentes o el templo de Venus, entre otras cosas.
Finalmente, quizá te parezca atractiva la idea de visitar el Haumeau, un antiguo poblado cuyo fin, antiguamente, era distraer a las señoras del castillo. Pero hoy en día está adaptada al visitante y hay alguna que otra cafetería en la que puedes degustar un poco de crema Chantilly.
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