Milán más allá del Duomo
Cinco cosas imprescindibles que debes hacer en Milán
Milán es una de las ciudades que más polémica despierta entre quienes la visitan. Solo hay dos opciones: te encanta o no te gusta nada. Y la verdad es que tiene un encanto escondido que las personas que lo descubren se enamoran de ella. Más allá del Duomo y la moda Milán tiene un sinfín de recovecos esperándonos.
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Sentarse en columnas de San Lorenzo
Las columnas de San Lorenzo son de las pocas ruinas romanas que encontraremos en la metrópoli. Son un recuerdo de un pasado en el que Milán era la capital del Imperio Romano de Occidente, y su nombre era Mediolanum. Las dieciséis columnas que desde el siglo IV están en las inmediaciones de la basílica dedicado al santo, formaban parte de un templo pagano. La plaza que se forma entre la columnata y la basílica es un punto de encuentro habitual para los jóvenes, sobre todo en las tardes de primavera y verano, es frecuente verles en grupos sentados en el suelo charlando.
Pasear por el barrio de los Navigli Canales
Siguiendo el Corso di Porta Ticinense llegamos a la zona de los canales. Aquí es habitual tomarse un negroni acompañado de unas vistas espectaculares de los canales. Esta zona está repleta de anticuarios y librerías de segunda mano, donde encontraremos objetos de lo más curiosos. Navigli debe su origen al deseo de que la ciudad de Milán tuviera mejor acceso desde el mar y así facilitar tanto el transporte de pasajeros, como de mercancías. La importancia de los canales para Milán va más allá, pues Leonardo da Vinci diseño una red de canales con los que buscaba que la ciudad estuviera más higiénica y limpia. Hoy en día estos últimos no se conservan y se sabe de su existencia gracias a planos urbanísticos.
Conversar con las columnas de la Piazza Mercanti
Cerca del Dumo está la Piazza de Mercanti, un lugar muy importante durante la Edad Media y el Renacimiento, ya que era el punto de encuentro entre mercaderes y banqueros. La curiosidad de sus columnas es que por el efecto de la bóveda si hablamos de cara a una de ellas, se puede escuchar lo que digamos en otra. En la Piazza también se encuentra el Palazzo de la Regione, la Scuole Palatina y la Casa dei Panigarola entre otros edificios históricos.
Visitar el Museo del Novecento
También en las inmediaciones del Duomo de Milán encontramos el Palazzo dell’Arengario e cual acoge el Museo del Novecento. Es el museo de arte del siglo XX y probablemente sea uno de los grandes desconocidos de la ciudad, a pesar de exponer una de las obras de arte más importantes del siglo XX El cuarto estado (Il Quarto Stato). Fue realizada en 1901 por Giuseppe Pellizza da Volpedo, y representa a un grupo de proletarios en huelga, pues la revolución industrial estaba en su punto más álgido. El museo cuenta también con obras vanguardistas y futuristas de autores como Umberto Boccioni, Giacomo Balla o Fortunato Depero, entre otros.
Sentarse a tomar un café y ver la gente pasar
Milán es de esas ciudades que se descubre también desde la terraza de una cafetería. Se respira y se disfruta también observando su vida, sus habitantes. Además estando en Italia, qué mejor que regalar a nuestro paladar que un buen café. Es una ciudad muy industrial, pero no por ello carece de belleza y armonía. ¿Te lanzas a descubrirla?
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