Veranos frescos
Cinco localidades imprescindibles de Noruega para escapar del calor
Busquemos un destino fresquito ahora que nos ahoga el calor. Nos vamos a Noruega.
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Nos encontramos en plena ola de calor y es por ello que nos apetece pensar en destinos más fresquitos; una buena propuesta puede ser uno de los países cercanos al Ártico. Noruega forma parte de la Península Escandinava, junto con Finlandia y Suecia. Tras la II Guerra Mundial, y gracias a sus yacimientos petrolíferos y de gas, se ha convertido en uno de los países con mejor calidad de vida del mundo y uno de los más ecológicos. Hay multitud de lugares que visitar pero vamos a hacer una pequeña selección y señalar las cinco localidades que consideramos imprescindibles.
Oslo, la capital de Noruega
Tiene además el honor de ser la Capital Verde Europea en 2019; han hecho un gran esfuerzo para preservar los espacios naturales y reducir la polución ambiental. Es una de las urbes europeas que más rápido ha crecido y se ha llenado de barrios nuevos con una arquitectura ultramoderna pero sigue conservando una gran cercanía con la naturaleza. Se encuentra ubicada entre el fiordo Oslofjord y boscosas colinas. Es muy fácil recorrerla a pie o en bicicleta y tiene un sistema de transportes muy eficiente. Entre sus edificios más emblemáticos se encuentra la Casa de la Ópera, el Museo Astrup Fearnley y el proyecto Barcode -todos han cambiado el aspecto anterior de la ciudad-.
Bergen
Conocida como la capital de los fiordos y está plagada de casas de madera rodeadas por siete montañas. El muelle de Bryggen, de origen medieval, cuenta con una sucesión de 60 edificios históricos; esto le ha servido para ser incluida entre la lista de ciudades Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Alguna de sus edificaciones se remonta al siglo XII. Está bañada por el mar y eso hace que aquí pueda disfrutarse de alguno de los mariscos más deliciosos del mundo.
Las Islas Lofoten
Los fiordos avanzan hacia el interior mientas Lofoten se extiende hacia el mar rodeada de altísimas montañas. En estas islas podemos encontrar viejas aldeas de pescadores que ahora están repobladas de artista; un lugar como sacado de un cuento de hadas. Si el tiempo es agradable, podremos disfrutar de sus playas de arena blanca. Si el tiempo no acompaña podemos degustar de su deliciosa gastronomía: mariscos y corderos cocinados según sus tradicionales recetas. Una visita obligada es el Museo Vikingo de Lofotr.
Tromso
Es conocida como la capital del Ártico, un ambiente urbano e internacional pero con un toque polar. Es la ciudad más al norte de Noruega y aquí podemos disfrutar de una visita al Museo Polar o contemplar las ballenas, el sol de medianoche y las espectaculares auroras boreales. Si nos apetece una cerveza, no podemos dejar de pasar la oportunidad de entrar en la cervecería Mack, que se fundó en 1877.
Las Islas Svalbard
Es un conjunto de islas en el extremo más septentrional del continente europeo. Está en plena naturaleza y se pueden realizar actividades exóticas, en parajes casi vírgenes, en cualquier época del año -no podemos olvidar la ropa de abrigo-. Tradicionalmente se dedicaba a la caza de ballenas pero en la actualidad prima la sostenibilidad y podremos contemplarlas nadando majestuosas. En estas islas existen tres reservas naturales, seis parques nacionales y quince santuarios de aves. Pese a que sólo tienen 3.000 habitantes sus infraestructuras son estupendas y tiene una amplia oferta gastronómica y cultural.
En Noruega encontrarás los mayores contrastes: modernidad y tradición; ciudades cosmopolitas y la naturaleza más salvaje; la gastronomía más moderna y los platos más tradicionales y todo ello aderezado con criterios de sostenibilidad y ecología. Un destino impactante pero con unos precios que también pueden dejarte helado; los noruegos tienen un elevado nivel de vida y se nota.
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