5 ciudades donde las mujeres cambiaron el mundo

Muchas han sido las mujeres que han marcado un antes y un después en la historia. Mujeres luchadoras, fuertes y con unas ideas muy claras en la vida. Muchas han logrado marcarnos para siempre. Por ese mismo motivo, hemos querido realizar todo un recorrido para que visites esas ciudades donde estas mujeres han logrado cumplir su objetivo en la vida: Ser todo un referente.

Frida Kahlo, Ciudad de México (México)

Esta pintora consiguió romper los géneros, logrando ser todo un icono feminista. Tiene una mirada realmente penetrante y un entrecejo muy desafiante. Frida Kahlo (1907-1954) y sus espectaculares autorretratos son absolutamente reconocibles, ¡y eso es así! Es la artista más reconocida en México. Hechos como cuidar su vello facial, utilizar trajes masculinos y vestidos tradicionales, hicieron de ella todo un icono de la época. Muchas de sus obras, donde se retrata el aborto y la agonía del desamor, siguen estremeciendo al público.

Esta artista vivió, durante muchos años, en la denominada Casa Azul de la Ciudad de México. Como era de esperar, ahora se ha convertido en el Museo Frida Kahlo. Allí se encuentran muchísimos objetos de la reconocida pintora: Desde recuerdos a fotografías, pasando por joyas y mucha ropa. Además, también albergan obras de su colección que la inspiraron hasta el final de sus días.

Faraona Hatsepsut, Luxor (Egipto)

Mucho antes de que Cleopatra decidiera ponerse al cargo de ejércitos y sedujera a unos cuantos gobernantes romanos, alcanzó el trono nada más y nada menos que Hatshepsut (1508 – 1458 a.C, aproximadamente). Fue nombrada como regente tras la muerte de Tutmosis II, su marido. Desde ese preciso instante, se convirtió en la primera mujer en la historia en recibir todo el poder del que ostentaba un faraón. Fueron 20 años los que duró su reinado y ordenó construir grandes templos de los cuales muchos de ellos siguen en pie.

Para conocer su historia, la primera parada es el espectacular templo de Luxor. Las esfinges y extraordinarias columnas son tan solo una expansión de un santuario mucho más antiguo, creado en su día por Hatshepsut. Se ubica a tan solo 7 kilómetros al noroeste, prácticamente en la orilla oeste del mítico río Nilo. Allí se encuentran santuarios dedicados a Anubis, Hathor... Hasta existe todo un relieve en el que se ve a la faraona Hatshepsut bebiendo de las ubres de esta última diosa nombrada. Esta tumba la comparte junto a su padre, Tutmosis I.

Marie Curie, Varsovia (Polonia)

Marie Curie (1867 – 1934) fue dos veces galardonada por el Premio Nobel. Una de sus grandes características era lo sumamente orgullosa que se sentía de ser polaca. De hecho, uno de los elementos que descubrió decidió llamarlo de una manera que recordaba a su país de origen, el polonio. Por ese motivo, es evidente que tenía que tener su propio museo en Varsovia como homenaje a todo el legado que nos ha dejado.

No es ningún secreto que Marie Curie hizo una contribución realmente espectacular al desarrollo de la conocida teoría de la radioactividad. Además, fue pionera en cuanto a la utilización de isótopos radioactivos para combatir, de manera directa, los tejidos. Este hecho fue la base de los tratamientos modernos en cuanto a la lucha contra el cáncer. Esto, bien es cierto, que condenó para siempre a Marie Curie puesto que murió debido a una enfermedad que tenía una estrecha relación con la radiación.

Ana Frank, Ámsterdam (Países Bajos)

Ella, mejor que nadie, logró captar la angustia que se vivió en la II Guerra Mundial. El llamamiento que hizo Ana Frank (1929-1945) para conseguir la paz en el mundo aún hace estragos en la sociedad. Produce escalofríos. El diario que escribió fue publicado por su padre, justo después de que ella fuera asesinada en un campo de concentración, concretamente el de Bergen-Belsen. En él podemos observar cómo la familia vivió, durante dos años, escondida en la ciudad de Ámsterdam.

Se ocultaron de la terribilidad de la guerra en las instalaciones del humilde negocio del padre de Ana Frank, es decir, en el número 263 de Prinsegracht. Esa típica y menuda casa de mercader del siglo XVII ahora es un museo dedicado a ella. Allí encontrarás el diario original que escribió la pequeña. Muy cerca, además, podrás descubrir una estatua de hierro fundido en el que descubrirás la imagen de la pequeña Ana Frank mirando al cielo.

Emperatriz Cixi, Beijing (China)

Si decides viajar a Beijing, podrás descubrir gran parte cómo fue el reinado de la maravillosa Cixi (1835-1908). Se convirtió, indudablemente, en una de las mujeres más poderosas de toda la historia del país. ¡Nada más y nada menos! Consiguió ascender entre las llamadas concubinas de Xianfeng, el emperador. Todo hasta que Cixi orquestara todo un golpe de Estado nada más morir él. Fue una mujer completamente fuerte y admirada, a la par que temida.

A pesar de todo, la emperatriz llegó a ordenar restaurar en 1893 el maravilloso Palacio de Verano de Beijing. Otro lugar a destacar es el Templo del Rey Dragón. Se dice que allí Cixi decidía siempre implorar al Dios del clima para que llegaran las lluvias a su país. Un punto a destacar es que la corte estaba ubicada en la conocida y mítica Ciudad Prohibida. También quiso retocar más palacios como son el de la Eterna Primavera y el de la Elegancia Acumulada. Sin lugar a dudas, Cixi fue una emperatriz de armas tomar.