ALEMANIA
Conoce el Castillo de Eltz, una de las fortalezas medievales más fotogénicas de Alemania
Situado en lo alto de una enorme roca, ofrece unas vistas espléndidas de sus alrededores boscosos.
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En el estado de Renania-Palatinado, cerca del río Mosela, se encuentra el que bien podemos decir que es uno de los castillos más fotogénicos de Alemania. Lo que es todo un mérito, sobre todo si tenemos en cuenta que, según datos oficiales, en este país europeo hay alrededor de 25.000 castillos, palacios y mansiones, aunque algunos son apenas un puñado de ruinas. No es el caso, eso sí, del que protagoniza estas líneas: el castillo de Eltz.
Ubicado en un valle boscoso en la zona oeste de Alemania, el castillo de Eltz es toda una joya medieval. Se trata de una fortaleza impresionante, que parece sacada de un cuento de hadas, y a la que como decíamos, no podrás dejar de sacarle fotografías para llevarte a casa después como recuerdo del viaje.
Este castillo, que bien podría protagonizar cualquier película de dibujos animados de príncipes y princesas, empezó a construirse en el siglo XII. Así pues, carga sobre sus muros con cerca de 900 años de historia. Lo más curioso es que, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los casos, el castillo de Eltz ha permanecido en manos de la misma familia durante nada más y nada menos que 30 generaciones. Treinta generaciones que han podido disfrutar de su belleza y de la de los alrededores.
El castillo de Eltz está rodeado por un valle frondoso en el que abunda la vegetación. Y todo ello puede verse desde las alturas, pues la fortaleza se levanta imponente sobre una roca a 70 metros de altitud. Para acceder a él se debe cruzar un puente de piedra que muchos días, a primera hora de la mañana, queda cubierto por una extensa capa de niebla.
Pero con niebla o sin ella, la visita al castillo de Eltz es imprescindible en la zona. Tiene una arquitectura medieval fascinante, con torres puntiagudas, fachadas de entramado de madera y murallas que han sobrevivido muy bien al paso del tiempo y se conservan en muy buenas condiciones. También su interior es verdaderamente impresionante y durante la visita, se pueden apreciar de primera mano tapices, armas, pinturas e incluso mobiliario original.
La temporada de visitas se extiende de abril a noviembre, momento perfecto para disfrutar al máximo de sus alrededores. Eso sí: lo mejor es ser madrugador, porque al tratarse de un lugar turístico, suele acumularse mucha gente. Y ya que es un lugar tan fotogénico, cuantas menos personas salgan en las instantáneas, más bonitas quedarán.
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