FRANCIA
La curiosa historia de la Catedral de Narbona y por qué dicen que está inacabada
Viajamos a Francia, a la ciudad de Narbona, para conocer el origen de su templo más significativo, es decir su impresionante Catedral.
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Es el momento más que perfecto para hacer un viaje hasta Francia, concretamente a un lugar que no deja absolutamente indiferente a nadie. Estamos hablando, cómo no, de Narbona. Entre sus tantos monumentos y construcciones por las que destaca, hay una que llama poderosamente la atención: la Catedral de San Justo y San Pastor.
La construcción de este imponente templo gótico, que se dedicó a los Santos Justo y Pastor, comenzó en el año 1272 aunque jamás se llegó a concluir. Eso sí, está ubicada en un lugar absolutamente impresionante, como es junto al Palacio de los Arzobispos de Narbona. ¡Espectacular!
La Catedral de San Justo y San Pastor de Narbona, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener un dato muy claro: el claustro de esta catedral, que está ubicado en la parte sur de la construcción, jamás se llegó a terminar. Las obras, como tal, comenzaron en 1272 y duraron hasta, aproximadamente, la segunda mitad del año 1340. Se hicieron siguiendo el proyecto de Jean Deschamps, autor de otras tantas catedrales como es el caso de Limoges o Clarmont-Ferrand.
Es importante saber que, para continuar con los trabajos, tenían que demoler una parte de las murallas romanas. Por lo tanto, y como no podía ser de otra manera, los cónsules de esta villa se negaron en rotundo. Se produjo, así, uno de los pleitos más conocidos de la historia de la ciudad. Poco después, en 1353, el conocido como Príncipe Negro dio el paso de atacar Narbona. Ahí se dieron cuenta de que la muralla era un elemento tremendamente defensivo, por lo que ni se volvió a plantear la opción de demolerlo.
Entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV se dio el paso de edificar un segundo claustro. Tiempo después, en el siglo XVIII, un arzobispo se convirtió en protagonista al querer seguir con las obras. Fue entonces cuando surgió un edificio de lo más curioso, ubicado en la parte oeste de la Catedral. Aunque Viollet-le-Duc quiso ponerle la fachada a mediados del siglo XIX, le resultó imposible lograrlo.
La Catedral de San Justo y San Pastor de Narbona, a través de sus características
Una de las cuestiones a tener en cuenta es que, desde el mencionado claustro, se llega a través de un corredor a la sala donde está situado el gran órgano de la Catedral, uno de los elementos más característicos. Éste data de 1741 y es obra de Moucherel, uno de los artesanos más reconocidos de la época.
Otra cuestión que llama poderosamente la atención son sus vidrieras, que datan de los siglos XIV y XV. No podemos dejar de mencionar los restos que todavía existen de la tumba del Rey Felipe III de Francia, conocido como “El Audaz”, que fue destruida en el año 1793. No podemos dejar de mencionar que, por una puerta del claustro, se accede a un jardín desde donde encontramos unas vistas de ensueño tanto de la propia Catedral como del Palacio de los Arzobispos. Y no solamente eso, sino que también se divisan las características torres del Palacio Nuevo de Narbona. Si estás pensando en visitar esta ciudad francesa, ¡no dejes pasar la oportunidad de conocer, en primera persona, esta impresionante construcción! Estamos completamente convencidos de que no te dejará indiferente.
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