CANADÁ
La curiosa historia de la Torre de la Paz, uno de los grandes símbolos de Ottawa y de Canadá
Viajamos hasta Ottawa para conocer la sorprendente historia que hay detrás de una de sus construcciones más significativas: la Torre de la Paz.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Ottawa, situado en Canadá. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones de ensueño que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como Torre de la Paz o ‘Peace Tower’.
Se trata de una campana central, así como una torre de reloj, situada en el Parlamento canadiense de Ottawa. La que encontramos en la actualidad es la que reemplazó a la Torre Victoria, de unos 55 metros, que quedó destruida como consecuencia de un incendio en 1916. Poco a poco y con el paso del tiempo, la Torre de la Paz se ha convertido en todo un icono de la ciudad, pero también del país. Es más, aparece en el billete de 20 dólares canadienses.
La Torre de la Paz de Ottawa, a través de su historia y características
Para comenzar, debemos tener en cuenta que fue diseñada por John A. Pearson y Jean Omer Marchand, y cuenta con una altura de más de 92 metros. Entre los numerosos elementos que tiene, hay algo que llama mucho la atención y es la gran cantidad de tallas de piedra que posee, sobre todo de gárgolas. Eso sí, sin perder la esencia del estilo gótico alto victoriano que tanto caracteriza al parlamento canadiense.En esta Torre encontramos un reloj, cuyo mecanismo fue fabricado por la Empresa Verdin. Un poco más abajo, precisamente rodeando la circunferencia del eje, encontramos nada más y nada menos que una plataforma de observación. Durante muchos años, y hasta la década de los 70 del pasado siglo, la Torre de la Paz fue el espacio accesible más alto de Ottawa.
Entre sus numerosos datos curiosos, debemos saber que el asta de la bandera situada en la Torre de la Paz tiene un significado muy especial, puesto que actúa como el asta de la bandera de la nación. Es decir, se utiliza como media asta para el duelo nacional, mostrar la bandera del soberano, la del gobernador general o, incluso, la de cualquier miembro de la Familia Real cuando alguno de estos esté presente en la colina del Parlamento canadiense.
No podemos dejar de mencionar la Cámara Conmemorativa. Y es que, cuando John A. Pearson recibió el encargo de erigir esta Torre, no solamente tenía por objeto hacer un imponente elemento arquitectónico, sino que sirviera como monumento para aquellos canadienses que perdieron la vida en la Gran Guerra. Es por eso que existe una Cámara Conmemorativa con impresionantes vidrieras, así como placas, en las que queda reflejada esa parte de la historia del país.
El paso del tiempo ha hecho posible que esta Torre de la Paz se haya convertido en todo un símbolo a nivel arquitectónico, pero también en cuanto a cultura e historia se refiere. Por lo tanto, si estás pensando en poner rumbo a la capital de Canadá, no dejes pasar la oportunidad de verla en primera persona y, de esta forma, dejarte llevar por su encanto. Estamos completamente convencidos de que no te decepcionará.
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