La capital de Paraná
Curitiba, el otro Brasil
Si pensamos en Brasil no podemos evitar que aparezcan en nuestras mentes imágenes de playas kilométricas, un carnaval único y, por supuesto, mucho fútbol. Sin embargo, Curitiba nos regala otra versión completamente diferente del país. ¡No te la pierdas!
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Uno de los atractivos de viajar es conocer lugares únicos, espectaculares, que son capaces de dejarte completamente embaucado y sin habla durante largos minutos. Esos monumentos colosales junto a los que te sientes el ser más diminuto e insignificante del universo, esos lugares míticos que tantas y tantas veces hemos visto en televisión y en los que siempre nos hemos imaginado, esas postales de las que, por un breve momento, pasas a formar parte. No cabe duda, viajar es todo esto.
Pero viajar también es conocer a fondo los países a los que nos desplazamos, romper todos esos tópicos que se escuchan en la otra punta del mundo y crear nuevas imágenes de aquellos sitios de los que sólo nos han mostrado una parte. Pongamos que hablamos de Brasil: ¿qué ves en tu mente cuando te preguntan por este país? No hace falta que lo pienses mucho: playas, carnaval, fútbol y buen tiempo. Lo cierto es que no te equivocarías, porque Brasil es todo eso. Pero Brasil también son muchas otras cosas más.
Si hay una ciudad capaz de mostrarnos otro lado del país de Pelé y de la samba, esa es Curitiba. Los más futboleros recordarán a la perfección este nombre, puesto que la Selección Española hizo su primera parada en esta ciudad durante su participación en el Mundial de Fútbol de Brasil. Para otros la capital de Paraná es una completa desconocida, un lugar preparado para ser explorado y para impactarte a su manera.
No es considerada una de las ciudades más bellas ni tampoco suele ser la primera opción de los viajeros que deciden visitar Brasil, pero Curitiba no decepciona. Esta ciudad, definida por muchos como la más europea del país, te conquistará con sus enormes parques y con sus calles. A veces no se necesitan grandes y prestigiosos monumentos para enamorar; la vida cotidiana es suficiente para atrapar el corazón de un turista.
Sus ya mencionados jardines la han convertido en la capital ecológica de Brasil y son razón suficiente para que cualquier amante de la naturaleza decida perderse en ellos. El Parque de Barreirinha es considerado entre todos como el más bello de la ciudad y, además, ofrece oportunidades científicas a profesores y estudiantes. Su enorme cantidad de plantas nativas hacen de él una parada obligatoria para turistas y, por supuesto, para los propios habitantes de Curitiba.
Pero este no es el único parque de la ciudad que te dejará sin aliento. El Parque Barigüi te acercará a numerosas especies animales típicas de la zona y te dará la oportunidad de realizar actividades deportivas de todo tipo. Si buscas algo más cercano al entretenimiento, este enorme parque también está pensado para ti. Además de restaurantes y otras zonas de ocio, cuenta con un prestigioso parque de atracciones.
Se podría decir que Curitiba posee un parque para cada tipología de turista. Si en tu caso estás deseando conocer un poco más de la historia y de la cultura de la ciudad, no dudes en visitar el Parque Tingüi. En él se homenajea a los indígenas que vivían allí con una increíble estatua dedicada al Cacique Tindiqüera, así como a todos los inmigrantes, con un especial guiño a la comunidad ortodoxa. Y es que en el mismo parque podremos encontrar el conocido Memorial Ucraniano, así como una réplica de una iglesia ortodoxa.
En una ciudad en la que los parques son protagonistas no podía faltar un Jardín Botánico y un Zoológico. El primero, además de ofrecer diferentes rutas que se pueden hacer a pie, también da la oportunidad de visitar exposiciones y un interesante museo. En el caso del Zoológico se trata de una parte del famosísimo Parque Iguaçu, que tiene literalmente de todo, y cuenta con más de 80 especies.
Pero en Curitiba la naturaleza nunca es demasiada. Todo lo que sean plantas, pulmones de la Tierra y la libertad que transmite todo aquello que es vivo se encuentra en esta ciudad brasileña. A todos estos parques y jardines se le suman otros conocidos como ‘bosques’. Destacamos el Bosque Alemão, curiosamente dedicado a la muestra de tradiciones alemanas. Como prueba de ello podemos encontrar en él la Plaza de la Poesía Alemana, la senda de João y María -que narra el cuento de los hermanos Grimm, conocido en España como Hansel y Gretel- o la Torre de los Filósofos.
Además de todo esto, en Curitiba podrás visitar lugares emblemáticos como el Museo Óscar Niemeyer o la Ópera de Arame, sin olvidarte de perderte por sus calles, hablar con su gente y comer en sus restaurantes más típicos. Una oportunidad única de ampliar la imagen que tienes de Brasil, nunca de cambiarla. Porque Brasil es el Sambódromo, es Maracaná y es Copacabana, pero también es Curitiba.
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