PERDERSE POR LUGARES IMPRESCINDIBLES EN LA REGIÓN CON MÁS ENCANTO DE PORTUGAL
De ruta por el asombroso Alentejo
Entre el río Tajo y el Algarve, limitando al este con España, y al oeste con el océano Atlántico, el Alentejo, es probablemente una de las regiones con más encanto de Portugal.
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Esencialmente rural y escasamente poblada, destaca por la belleza del paisaje y por su inmenso patrimonio arqueológico, monumental, arquitectónico y etnográfico. Pero no solo, también por sus excelentes vinos y por su gastronomía. Hoy os proponemos una pequeña ruta por el Alentejo, una ruta ideal para descubrir sus secretos y sus pueblos más fascinantes. Aprovecha estos días de verano para perderte por estos pueblos imprescindibles.
Castelo de Vide
Podemos empezar por visitar uno de los pueblos más auténticos del Alentejo, y a la vez, uno de los pueblos con más encanto de Portugal, Castelo de Vide, muy cerca de la frontera portuguesa con España
Asentado en una colina de la Serra de Sao Mamede, a los pies de un castillo medieval, aquí disfrutaremos de un interesantísimo legado histórico y cultural. Al castillo se sube atravesando empinadas calles, las del conocido como “Barrio gótico” con edificios con portales y ventanales de estilo gótico. Desde las almenas las vistas de toda la comarca son espectaculares. Construido en el siglo XIV bajo el patrocinio del rey Dinis, fue reconstruido en el siglo XVII.
Junto al castillo, hay un Centro de Megalitismo y un Museo de Historia y Arquitectura Militar.
Hay también una pequeña judería, que alcanzó su apogeo en el siglo XV tras la expulsión de los judíos de España.
Castelo de Vide tiene una magia especial, y pasear por sus calles es como un pequeño viaje al pasado.
Portalegre
Junto a la frontera de España, a tan sólo 74 kilómetros de Badajoz el barroco se respira en esta ciudad por cada esquina. Desde por su preciosa Catedral pasando por sus casas, casas que son ya todo un emblema. Portalegre, es un fiel reflejo de su pasado, un pasado próspero y rico en los siglos XVII y XVIII gracias a la inversión textil. Un pasado que permanece fiel conservando incluso una fábrica que produce magníficos tapices de obras de artistas famosos, y un extraordinario museo.
A los pies de la Serra de São Mamede, Portolagere es además un lugar excelente como punto de partida para realizar numerosas excursiones.
Estremoz
En el distrito de Évora, en la ciudad de Estremoz predomina la antigua muralla que custodia su casco antiguo y su castillo medieval del siglo XII. Un castillo con su Torre das Tres Coroas desde la que las vistas sobre el horizonte alentejano son impresionantes.
Con un rico patrimonio cultural, Estremoz también es famoso por su arcilla roja y por la calidad de sus vinos. Entre su oferta enoturística hay rincones interesantes como la adega Vila Santa, un edificio de estilo arquitectónico tradicional alentejano donde se producen los caldos de João Portugal Ramos. Un lugar increíble donde degustar el mejor vino acompañado de la mejor gastronomía local.
Arraiolos
A unos 20 kilómetros al norte de Évora, Arraiolos es famoso por sus alfombras. Piezas tejidas a mano desde el siglo XII, con una fuerte influencia de las alfombras persas. Alfombras con motivos abstractos, diseño de azulejos o representaciones de flores, aves o animales.
Pero además de las alfombras, pasear por sus calles empedradas es un auténtico placer.
Merece la pena visitar la Iglesia da Misericórdia que, pese a su sencilla fachada esconde un singular interior, con un altar dorado y paredes revestidas de azulejos del siglo XVIII. Y tampoco puedes perderte las centenarias salas de tintura de la plaza mayor y el Centro Interpretativo do Mundo Rural.
Évora
Y por fin llegamos a Évora, sin lugar a dudas, una ciudad imprescindible. Catalogada por la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad, esconde desde ruinas romanas, a iglesias y convento, arquitectura tradicional y alguna que otra sorpresa, como la Capilla de los huesos uno de sus monumentos más famosos de la ciudad, una pequeña capilla contigua a la Iglesia de San Francisco, cuyos muros interiores están formados por los cráneos y huesos de antiguos monjes.
La mejor forma de recorrer la ciudad es a pie, caminando por sus estrechas calles y callejuelas de casas blancas. uno descubre numerosos detalles y monumentos que desvelan la rica historia de Évora. En el siglo XV, los reyes de Portugal decidieron fijar su residencia en Évora contribuyendo al desarrollo e importancia cultural de la ciudad. Pero la historia de la ciudad se remonta a época romana como atestigua el magnífico Templo de Diana. Citando solo lo esencial, se requieren varias horas para visitar la Catedral de Santa María, la Iglesia de San Francisco y su Capilla de los Huesos, el Palacio de D.Manuel, la ventana manuelina de la casa de Garcia de Resende o la Plaza de Giraldo.
Más información: Alentejo
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