SUIZA
Descubre Brienz, uno de los pueblos con más encanto de Suiza
Suiza es un país verde, natural, con lagos y cascadas y postales de ensueño. Y Brienz es un gran ejemplo de ello.
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Suiza es un país repleto de parajes naturales. Muchos adultos de hoy pudimos ver algunos de ellos cuando éramos niños gracias a Heidi, que nos dio a conocer los Alpes suizos, las altas montañas teñidas de blanco en invierno y de un verde brillante durante los meses más cálidos. Pero esas imágenes que veíamos gracias a los dibujos animados en la pequeña pantalla del televisor de casa existen de verdad. Suiza es un país verde, natural, con lagos y cascadas y postales de ensueño. Y Brienz es un gran ejemplo de ello.
Cuando hablamos de Brienz nos referimos a uno de los pueblos más bonitos de toda Suiza. O una comuna, como se les dice allí a los municipios. Y es que tiene todas esas cosas que hemos nombrado solamente unas líneas más arriba: está cobijado por altas montañas alpinas y sus casitas están situadas a orillas del lago Brienz, de agua clara de color turquesa.
El pueblo en sí es muy pequeñito, por lo que además de pintoresco es acogedor. Y debes saber que es un pueblo de talladores de madera, por lo que por sus calles verás no sólo casitas construidas con este material, sino también esculturas realizadas por artesanos.
Además, Brienz también es tradicionalmente conocido por los violines que se fabrican allí. De hecho, tanto es así que cuenta incluso con una escuela destinada a ello y otra, por supuesto, para aprender el oficio de tallar madera. Seguramente esto no sea algo de lo que puedas disfrutar, puesto que no tendrás tiempo suficiente como para acudir a tomar clases, pero siempre está bien saberlo porque puedes buscar la oportunidad de ver cómo trabaja algún artesano con sus manos.
En Brienz, por otro lado, podrás conocer la Bruhngasse, que es conocido a veces como "el callejón más bonito de Europa". Este está lleno de casas del siglo XVIII, decoradas con algunas de las esculturas de madera de las que hablábamos.
Además de esto, en Brienz puedes realizar otros tipos de actividades, que pueden variar bastante según la época del año en que lo visites. Por ejemplo, si te acercas hasta él durante los meses de verano podrás dar paseos por sus praderas mientras ves pastar vacas. O coger un barco en el embarcadero del lago para navegar sobre su agua turquesa y hacer alguna excursión para ver cataratas, como pueden ser las de Giessbach.
Si por el contrario decides visitar Brienz en invierno podrás jugar con la nieve, descender pequeñas cuestas en trineo o esquiar, porque es ideal para practicar este tipo de deporte. Pero también podrás optar por hacer planes más tranquilos, como tomarte un chocolate caliente o un buen café con vistas a las altas montañas que rodean el pueblo.
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