Descubre Liubliana, la capital libre de coches

Desde que en 2011 empezasen a aplicarse medidas para reducir el número de coches y la contaminación en el centro de la ciudad, el tráfico y todo lo que conlleva ha descendido un 12%. Por lo tanto, el centro histórico de Liubliana lleva casi 10 años libre de coches, lo que hace mucho más agradable pasear por sus calles.

Los que viven en la ciudad deben de aparcar sus coches en un parking subterráneo situado fuera de la zona peatonal de la ciudad. Solo hay dos excepciones, son para los ciudadanos de tercera edad y personas discapacitadas, y madres con hijos pequeños. Todos ellos pueden disfrutar de viajes gratuitos en los taxis eléctricos que circulan por la ciudad.

Sus calles están llenas de peatones, en vez de tráfico. Es común ver a gente en bicicleta para ir de un lado a otro de la ciudad. Transportes públicos como la red de autobuses y la flota de taxis, pueden circular por el centro de Liubliana.

La capital eslovena celebra cada año el Festival Internacional de Verano, atrayendo a grandes cantidades de turistas nacionales e internacionales. La ciudad en sí misma se convierte en el mejor escenario acogiendo eventos como el Festival de Jazz de Liubliana, el mercado Culinario, o las jornadas de Cerveza y Flores, entre otros.

Al principio los negocios locales estaban preocupados de que esta normativa les afectase negativamente. Sin embargo, luego vieron que sus beneficios aumentaban, al igual que el turismo.

Los edificios del casco histórico tienen una gran influencia de la moda austriaca siguiendo el estilo de ciudades como Salzburgo. La ciudad antigua se compone básicamente de dos barrios, el del Ayuntamiento, y el barrio de los Caballeros de la Cruz.

A lo largo de la historia Liubliana ha sufrido diferentes remodelaciones, a causa de terremotos, por ello veremos una gran mezcla de estilos arquitectónicos. No es de extrañar que paseando por sus calles nos encontremos con edificios de renacentista o Art Nouveau.

En una colina que corona el centro de la ciudad se encuentra el castillo de Liubliana, una fortificación medieval, que data del siglo XII. Éste es tan solo uno de los muchos monumentos que podemos visitar tranquilamente, en una ciudad libre de coches, contaminación acústica y ambiental.

No hay duda de que Liubliana es toda una pionera, pero no es la única metrópoli europea con esos objeticos. De hecho, ciudades como Copenhague y Bruselas también cuentan con gran parte de su centro histórico peatonalizado.

Mientras tanto otras urbes como Oslo, planean prohibir los coches en su centro histórico a partir de 2019; y Madrid donde se está desarrollando un protocolo para alcanzar una ciudad más confortable para los peatones y ciclistas.