BIBLIOTECAS
Descubre el paraíso para los amantes de los libros: la biblioteca de Admont
Situada a 200 kilómetros de Viena, es un destino maravilloso también para los amantes del arte.
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Son muchas las personas que dedican parte de su tiempo libre a perderse entre las páginas de cualquier libro. Es posible que tú formes parte de ese grupo y, si además te gusta viajar, seguro que te encanta incluir en tus itinerarios librerías y bibliotecas bonitas cuando decides qué vas a visitar en tu destino. Por eso, si entre tus planes se encuentra visitar Austria, quizá te interese tomar nota de este lugar: la biblioteca Admont.
Esta biblioteca, que sin duda te parecerá el paraíso si gustas de leer, se encuentra en la pequeña localidad de Admont, concretamente en el interior de su monasterio. Con 70 metros de largo, 14 metros de ancho y 13 metros de altitud, podrás hacerte a la idea de la multitud de libros que caben en el interior de la que está catalogada como la biblioteca monacal de mayores dimensiones del planeta.
Además, su encanto no radica únicamente en eso, en que da cobijo a cerca de 200.000 ejemplares de libros, sino también en el hecho de que se trata de una biblioteca muy antigua, concretamente construida en el año 1776.
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Dicha antigüedad, por otro lado, también se deja ver en los propios volúmenes, a través de los cuales se puede ver cómo ha evolucionado histórica y artísticamente la literatura. Y es que nada más y nada menos que 70.000 de los libros que hay repartidos por las estanterías y bajo su cúpula barroca son restaurados, algo que muchos amantes de la lectura consideran que les da un atractivo especial.
Por si todo esto fuera poco, en la biblioteca del Monasterio de Admont también se puede admirar la construcción en sí. Porque este edificio religioso tiene siete cúpulas repletas de frescos de Bartolomeo Altomonte, y todo está perfectamente iluminado gracias a la claridad que entra por sus 48 ventanas.
En su conjunto, se trata de una biblioteca elegante, bonita y cuidada, en la que reina el blanco y los ornamentos en oro. Con estos colores están decoradas las fascinantes estanterías de la inmensa biblioteca de Admont, que con sus dos plantas repletas de libros se ha convertido en todo un reclamo para quienes visitan la zona o para quienes van a Viena, pues pese a que está a 200 kilómetros de esta gran ciudad, merece mucho y más la pena hacer la excursión.
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