DESIERTOS

Desierto Blanco de Egipto: esculturas naturales en el Sáhara

Se encuentra en la parte más occidental del Sáhara y de él destacan sus formaciones rocosas de tiza blanca.

Desierto Blanco de Egipto

Desierto Blanco de EgiptoDe L-BBE, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=56981706

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Es posible que, si alguien te dice que describas el desierto del Sáhara, digas que se trata de un lugar de clima seco en el que hay dunas y grandes extensiones de arena. Pero lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Existen desiertos bastante singulares, como el Desierto Blanco de Egipto, ubicado en la parte más occidental del que es el desierto cálido de mayores dimensiones del planeta.

El parque nacional del Desierto Blanco se encuentra en la depresión de Farafra, a 45 kilómetros al norte de la ciudad de Qasr Al Farafra y a 400 kilómetros aproximadamente de El Cairo. Debes saber que desde el año 2002 se trata de un área protegida, y no es de extrañar, pues hablamos de todo un tesoro de la naturaleza.

Como avanzamos unas líneas más arriba, en este punto del planeta no solamente nos encontramos con un paraje árido repleto de arena. Sí, es verdad, hay dunas de arena dorada, pero también multitud de formaciones rocosas de tiza blanca que se han ido modelando con el paso de los años, con la ayuda de la arena y del viento.

Descubrir estas rocas de formas curiosas en mitad de la nada es ciertamente una experiencia maravillosa. Sobre todo si evitas hacer la excursión durante los meses de verano, pues no se puede olvidar que se trata de un desierto y que las temperaturas diurnas pueden ser bastante altas. En verano, estas superan con facilidad los 35Cº, por eso consideramos que es mejor acercarse hasta el Desierto Blanco de Egipto fuera de los meses comprendidos entre abril y septiembre.

Desierto Blanco de Egipto
Desierto Blanco de Egipto | De © Vyacheslav Argenberg / http://www.vascoplanet.com/, CC BY 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=107570295

No obstante, cualquier época es buena para hacer la excursión que lleva a descubrir este tesoro natural del continente africano. Porque además, la aventura incluye mucho más que ver las rocas de tiza blanca que se alzan majestuosas ante los ojos del visitante. Sin ir más lejos, es sumamente recomendable quedarse a dormir allí, siempre junto a un guía que conozca el lugar. Pasar la noche en un campamento, bajo el cielo limpio repleto de estrellas, es algo que nunca se olvida.

Por si esto fuera poco, debes saber que normalmente las excursiones guiadas que llevan al viajero a conocer el Desierto Blanco incluyen también otras paradas. El oasis de Bahariya es una de las paradas de la ruta y el Desierto Negro, a unos 30 kilómetros de allí, otra. ¿No te parece una idea genial pasar del blanco al negro en tan solo unas horas? Porque allí el paisaje cambia radicalmente y lo que uno puede ver son montañas bien altas y oscuras.

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