El mercado de Navidad más antiguo del sur de Bélgica

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Si hay algo en toda Europa que nos une en Navidad, es la alegría y la celebración de unas fechas especiales en familia. Las calles de la mayoría de las ciudades se visten y engalanan con adornos y luces de colores creando un ambiente mágico y encantador. Y parte de estas celebraciones son los mercados navideños en los que uno puede encontrar un poco de todo. Desde lo necesario para montar el mejor Belén, a bolas para decorar el árbol, pasando por artesanías y las delicias gastronómicas.

Pero hay lugares donde los mercados de Navidad son mucho mas que eso. Lugares en los que estos espacios se convierten en un auténtico pueblo de la Navidad, con lo que eso supone. Porque no solo podemos encontrar miles de puestos, sino el verdadero espíritu navideño, con detalles como un campanario, chalets de madera o una plaza central donde además, le Mayeur, algo así como el alcalde, y los concejales y consejeros se encargan de la música y la disposición de las calles y callejones. Todo esto suena un poco exagerado, pero eso es lo que sucede exactamente en una de las localidades más emblemáticas de Bélgica, en una ciudad histórica y encantadora, en Lieja.

Le Village de Nöel es toda una tradición. Con animaciones, un ayuntamiento, una iglesia, una oficina de correos, una pista de trineo, pero sobre todo, con un ambiente excepcional, que calienta el corazón del invierno.

El Village de Nöel es ya toda una tradición en la encantadora ciudad de Lieja. Una iniciativa que ha convertido a la ciudad en toda una capital de las fiestas navideñas. En el Pueblo de la Navidad colaboran los comerciantes del centro de la ciudad y se organizan actividades para todos como la pista de patinaje, el Festival Europeo de Circo, las Noélies de Lieja, y por segunda vez, el Festival Internacional de Esculturas de Hielo. Un plan que no te puedes perder.

El Pueblo de Navidad de Lieja es en el mercado de Navidad más importante de Bélgica, con más de 200 casetas que atraen a más de dos millones de personas durante más de 5 semanas. Un mercado en el que encontrarás artesanía, regalos, decoraciones navideñas, tarjetas de Navidad e incluso fuego artificiales. Todo lo que puedas necesitar para preparar tu hogar de cara a las fiestas que se avecinan.

También podrás saborear productos locales como el mazapán, el vino caliente, la cerveza, el chocolate o el pan de especias, porque en los mercados navideños no pueden faltar las delicias gastronómicas.

Así que si te animas a visitar esta ciudad a orillas del Mosa en estas fechas además de su rico patrimonio y su ambiente, hay muchos planes como la exposición de Bolas de Navidad una colección de bolas de Navidad, de vidrio soplado, pintadas a mano, el Trenecito turístico que une lel Village de Nöel con las distintas animaciones del centro, la Noria, una gran noria de treinta metros de altura decorada e iluminada y que esta instalada en medio de las casetas; y la Pista de Trineo instalada frente al Palacio de los Príncipes Obispos para que puedas disfrutar de los deportes de invierno en el centro de la ciudad.

Y una cosa más, el Abeto, una tradición. La caseta del Abeto Ardiente permanece abierta hasta el 24 de diciembre, y recoge regalos para los más necesitados. Todo aquí es bienvenido y la Confraternidad Saint Vincent de Paul o los Restos du Coeur lo redistribuirán.

Y si quieres llegar al Village de Nöel de una forma original, este año puedes hacerlo también los fines de semana navegando por el río en la Navette de Nöel, unos barcos fantásticos para que la visita sea perfecta y toda una aventura para los más pequeños de la casa.

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