Esauira, pueblo con encanto en la costa de Marruecos

Conocida como la ciudad del viento, Esauira es una localidad de 80.000 habitantes que se ha convertido en los últimos años en un gran destino turístico. Y no es para menos si tenemos en cuenta que goza de un clima agradable y multitud de atractivos dispuestos a enamorar a los visitantes.

Así, si te decantas por visitar Esauira no puedes perderte su Medina (barrio antiguo), repleta de calles anchas con muchas galerías, talleres artesanos, cafeterías y restaurantes. Ni tampoco puedes dejar de visitar sus tres puertas monumentales que dan acceso a una ciudad que todavía hoy continúa amurallada: Bab Sbaa, Bab Marrakech y Bab Doukhala. Sí, Esauira es una ciudad amurallada con vistas al mar. Y precisamente eso es lo que la convierte en un espectáculo de colores: el mar azul combina con las puertas y ventanales del mismo color que destacan sobre las fachadas completamente blancas de la casas. Las murallas de color ocre completan el cuadro.

Al cruzar una de las tres puertas te encontrarás con una ciudad con gran ambiente; no hay coches sino mulas, pero además hay muchos turistas que pasean por esta localidad un tanto diferente al resto con las mismas características. Y es que aunque las murallas no llaman la atención puesto que son muchas las ciudades atlánticas que están fortificadas, sí lo hace la estructura del interior de las mismas. Esauira cuenta con calles estrechas pero mucho más anchas que las que hay en otras medinas. Además, sus calles son rectas y ordenadas, por lo que es muy difícil perderse y en caso de hacerlo, es muy fácil volver a orientarse.

En el interior de la medina se pueden visitar su famosa torre del reloj y la Ibn Youssef, la mayor mezquita de la ciudad. Pero además hay otros lugares que pueden interesarte, como por ejemplo el mercado Souk el Jdid en el que comprar verduras, especias, carne o pescado o la plaza de Moulay Hassan en la que tomar un té de menta en alguna de sus cafeterías.

Pero como se ha dicho unas líneas más arriba, Esauira tiene vistas al mar, y también tiene una hilera de cañones que apuntan al mismo. Están en la Skala de la Kasbah, una plaza con más de 200 metros de longitud que años atrás sirvió para defender la ciudad. Pero eso no es todo, sino que por supuesto cuenta con una zona portuaria en la que trabajan pescadores y en la que se puede presenciar cómo se realizan algunos trabajos artesanales.

Las mejores vistas del puerto se obtienen desde la Skala du Port, el castillo que forma la imagen típica de la ciudad y desde la torre del cual se domina Esauira. Y si todavía con esto no tienes suficiente, puedes ir a bañarte a una de sus playas de arena dorada que te gustarán, sobre todo, si quieres practicar windsurf. Recuerda… es conocida como la ciudad del viento.