Una escapada a la Península de Troia: las playas más paradisiacas de Portugal

La Península de Troia es una zona arenosa de unos 25 kilómetros de longitud en el municipio de Grándola, entre el océano Atlántico y el estuario del rio Sado. La península se formó hace 5000 años y está enfrente de la ciudad de Setúbal –a una hora de Lisboa-. Desde Setúbal se puede coger un ferry que nos traslada a Troia, en un espectacular viaje de maravillosas vistas.

Las playas son espectaculares: arenas blancas contrastando con el cielo azul y el turquesa del mar; dispondremos de espacio suficiente para tener espacio privado y total comodidad. En la zona y tras la línea de dunas –que están protegidas- hay un complejo turístico con maravillosos apartamentos, puerto deportivo y zonas de restauración.

Podemos disfrutar de esta zona tanto en verano como en invierno, el microclima de temperaturas suaves nos permite visitarla todo el año. Un interminable arenal, con un mar de agua cristalina de un lado y un pinar de otro; el verdadero paraíso. Son varias las playas a visitar: la de Comporta, la del Carvalhal o la de Prego; en todas ellas tendremos la posibilidad de encontrar restaurantes en los que sirven delicioso pescado fresco y delicias gastronómicas portuguesas.

Es un lugar ideal para disfrutar con la familia, amigos o de una estancia romántica en pareja. En la zona podemos practicar deportes náuticos: buceo, snorkel, windsurf y vela. Incluso podemos hacer paseos en barco y contemplar los delfines que nadan y juegan en sus aguas.

No falta un estupendo campo de golf, diseñado por el arquitecto norteamericano Bobby Jones, que está perfectamente integrado en el paisaje. Es uno de los campos de golf más reconocidos de Europa e incluso es utilizado en competiciones internacionales.

Pero además en el norte de la Península de Troia tenemos la oportunidad de contemplar la historia: hay unas ruinas romanas que son de los restos arqueológicos más importantes de la historia. Data del siglo I y era el mayor complejo de producción de conservas de pescado del occidente romano; la pesca era el sustento y la principal actividad de la zona.

Un paraíso a una hora de Lisboa en la que nos apetecerá quedarnos a vivir: Troia nos espera.