INGLATERRA
Estamos a un mes de que el queso rodante de Gloucester empiece a rodar
El último lunes de mayo el queso rueda por Cooper's Hill... con miles de personas tras él.
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El último lunes de mayo los ingleses hacen rodar un queso colina abajo en las afueras de la localidad de Brockworth, en Gloucestershire; el asunto no pasaría de ahí si ese queso rodante no atrajera tras de sí a miles de personas que acaban rodando también colina abajo... una carrera tras la que los participantes cuentan moratones cuando no algún que otro hueso roto, sin ir más lejos el pasado años hubo un participante que se rompió una pierna.
Un queso Doble Gloucester de cuatro kilos en cuestión es lanzado por el maestro de ceremonias y rueda por una colina inclinada de casi 200 metros de longitud, espacio más que suficiente para rodar... (el queso y quienes lo persiguen); gana quien logre atrapar el queso que rueda irregulamente por las propias irregularidades del terreno y por la forma redondeada del propio queso.
El Festival del queso rodante (Cooper's Hill Cheese-Rolling and Wake) se celebra desde no se sabe cuándo y no se sabe muy bien por qué aunque no faltan algunas teorías al respecto: hay quienes creen que la fiesta surgió como una protesta para mantener el derecho de pastoreo por la colina de Cooper por la que rueda el queso, otros creen que su origen es alguna antiquísima fiesta pagana; los primeros registros de la fiesta datan de principios del S.XIX pero se sabe que la fiesta se venía celebrando con anterioridad a esa fecha (mayo de 1826).
Aunque la carrera te parezca, a primera vista, caótica, debes saber que no lo es: para evitar accidentes graves y aforo excesivo se ha puesto en marcha una normativa que incluye la celebración de varias carreras en diferentes categorías (mujeres, hombres, niños...).
¿Otras curiosidades? La primera es la velocidad que llega a alcanzar el queso: supera los 100 kilómetros por hora; la segunda curiosidad que destacamos es que el queso rodante es un queso Doble Gloucester es de verdad, en 2013 fue reemplazado por una pieza de poliestireno con su misma forma y envoltorio pero el peso de la tradición es inmenso, tanto que las las protestas de la gente llevaron a que al año siguiente volviera a ser un queso real el que rodara colina abajo y así se mantiene desde entonces.
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