Fortaleza de Akershus de Oslo: de prisión y lugar de trabajos forzados a Mausoleo Real

Ponemos rumbo a Oslo para conocer un complejo de edificaciones militares que se ha convertido en uno de los puntos más visitados por los turistas. Estamos hablando, cómo no, de la Fortaleza de Akershus. Situado de manera estratégica junto al fiordo de Oslo, se fundó en la Edad Media como Castillo Real, sirviendo como sede para aquellos que eran representantes del monarca.

Durante el siglo XVII, esta Fortaleza fue modificada en estilo renacentista. Este impresionante complejo ha sobrevivido a un gran número de asedios y, a pesar de ello, jamás ha sido conquistado por un ejército extranjero. En la actualidad sirve como cuartel general, espacio de alojamiento e, incluso, como escuela de oficiales. Cabe destacar que una parte de esta Fortaleza de Akershus fue utilizada, durante muchos años, como cárcel e, incluso, zona de trabajos forzados. Desde 1938, también funciona como mausoleo de los Reyes de Noruega.

La Fortaleza de Akershus, a través de su historia

Para conocer su origen, debemos viajar al año 1287. Por aquel entonces, la ciudad de Oslo fue atacada por Alv Erlingsson. El viejo castillo no pudo defender, eficazmente, la ciudad. Por lo tanto, se vieron en la necesidad de erigir un complejo defensivo muchísimo más potente.

Aunque se desconoce la fecha exacta en la que se construyó la fortaleza, sí que se sabe que fue durante el reinado de Haakon V de Noruega. La primera vez que se nombra Akershus en un documento escrito fue en 1300 en una carta del monarca a la Iglesia de Santa María. El primer asedio al que se enfrentó esta Fortaleza ocurrió tan solo 8 años más tarde.

Pero ese no fue el único ya que, durante los siguientes siglos, se produjeron muchos más. Por si fuera poco, no podemos dejar de mencionar el año 1527. En ese momento, tuvo lugar una tormenta eléctrica que provocó un gran número de daños en este Castillo medieval.. Estas débiles condiciones marcaron el asedio del rey Cristián II entre los años 1531 y 1532.

No es ningún secreto que la Fortaleza de Akershus ha sido testigo de un gran número de enfrentamientos bélicos. Un claro ejemplo lo encontramos en la guerra del Conde o, incluso, en la Guerra Nórdica de los Siete Años. Durante el reinado de Cristián IV, éste decidió ampliar el área de la fortaleza. En 1624, tras el incendio que arrasó la ciudad, el monarca ordenó a la población que se trasladara a la zona cercana a las murallas de esta Fortaleza.

Además de haber tenido varias funciones a lo largo de los siglos, debemos tener en cuenta un dato histórico realmente trágico. Y es que en Akershus fueron ejecutados nada más y nada menos que 42 noruegos por la Alemania nazi. En la actualidad encontramos una placa con la que se recuerda a esos patriotas que fueron ejecutados entre los días 9 y 10 de febrero, así como el 18 de marzo de 1945. Tampoco podemos olvidar a Vidkun Quisling, que fue ejecutado en el 24 de octubre de ese mismo año.

Lo cierto es que por el paso del tiempo, y el hecho de ser testigo de numerosos enfrentamientos bélicos y ejecuciones como las que acabamos de mencionar, la Fortaleza de Akershus se enfrentó a un gran número de restauraciones e, incluso, se procedió a la construcción de nuevos edificios.

Sea como sea, debido a la historia que alberga, esta Fortaleza ha terminado convirtiéndose en el escenario perfecto a la hora de realizar funciones representativas del gobierno de Noruega. Allí se celebran cenas oficiales durante visitas de Estado o, incluso, fechas nacionales entre otros acontecimientos. Es más, en la actualidad podemos encontrar el Museo de la Resistencia Noruega, donde queda reflejada la historia de la ocupación del país durante la Segunda Guerra Mundial.