Fortaleza del Real Felipe, una de las construcciones militares más sorprendentes de Latinoamérica

Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la bahía del Callao, en Perú. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un claro ejemplo es la conocida como Fortaleza del Real Felipe, construida en el siglo XVIII durante la etapa de los virreyes José Antonio Manso de Velasco y Manuel de Amat y Junyent.

El objetivo no era otro que defender ese puerto de los constantes ataques de cosarios y piratas que aparecían desde el Océano Pacífico. La Fortaleza del Real Felipe es una de las pocas obras de carácter militar que existen actualmente en el Perú, siendo la más grande de las que los españoles construyeron en Latinoamérica.

La Fortaleza del Real Felipe, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que recibe el nombre del Real Felipe en honor al Rey Felipe V, el primer rey de España que perteneció a la Casa de Borbón y que había fallecido en 1746. Pero no siempre fue conocida con ese nombre, ya que José San Martín lo cambió a “Castillo de la Independencia” tras comenzar la etapa republicana en el país. El nombre original fue recuperado en 1925.

Esta impresionante fortaleza comenzó a edificarse a principios del 1747, después de que un 28 de octubre de 1746, esta zona se viese afectada por un devastador terremoto. Por ese mismo motivo, el virrey José Antonio Manso de Velasco no dudó un solo segundo en dar la orden para comenzar a construir esta fortaleza. Al fin y al cabo, mientras la ciudad procedía a ser reconstruida, los enemigos no podían sentir que tenían ventaja sobre ellos.

Así pues, inicialmente, su uso fue de carácter militar para tratar de hacer frente a los cada vez más constantes ataques por parte de sus enemigos, especialmente piratas y corsarios. Esta Fortaleza del Real Felipe tiene forma de pentágono irregular, con un área aproximada de más de 80.000 metros cuadrados. En su interior, podemos encontrar dos torreones, cinco baluartes y hasta cinco murallas que cuentan con sus propios nombres. Entre los lugares más significativos de esta construcción encontramos el Torreón del Rey y el de la Reina, así como el Parque de Artillería y la Casa del Gobernador, entre otros.

Con el paso del tiempo, ese carácter militar que tantísimo le caracterizaba se fue perdiendo. Tanto es así que, en la actualidad, su uso es meramente turístico ya que en su interior podemos encontrar nada más y nada menos que el Museo del Ejército del Perú. Por lo tanto, entre otras cuestiones, se muestra la historia de la Guerra del Pacífico o, incluso, el combate del Dos de Mayo.

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