FRANCIA
Iglesia de San Agustín de París: la curiosa historia de su construcción y su vinculación con la familia imperial
Es el momento más que perfecto para conocer la historia de la Iglesia de San Agustín, una de las edificaciones religiosas más curiosas de París.
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Viajar a París siempre es una buena opción. La capital de Francia cuenta con un gran número de edificaciones, historias, leyendas y monumentos que consiguen dejar sin palabras a quien decide visitarla. Es el momento de conocer en profundidad todo lo que esconde la Iglesia de San Agustín.
Su construcción fue realizada por Victor Baltard, entre los años 1860 y 1861, en el VIII Distrito de París. En cuanto a datos, esta Iglesia de San Agustín cuenta con casi 100 metros de longitud, así como una cúpula de más de 60 metros. Como curiosidad, estamos ante uno de los edificios más impactantes que se construyeron en la ciudad en aquella época, y más aún porque contaba con una imponente estructura metálica.
Para poder visitar esta iglesia, debemos trasladarnos hasta las inmediaciones de la plaza de la Madeleine. El lugar escogido para su construcción hace que la Iglesia de San Agustín sea aún más impresionante. En cuanto a la fachada, destaca porque cuenta con la presencia de los cuatro evangelistas, así como los doce apóstoles.
También llaman poderosamente la atención sus vitrales, donde quedan representados tanto mártires como obispos de los primeros siglos. Otra cuestión a tener en cuenta es su importancia a nivel escultórico. Un claro ejemplo lo encontramos en la estatua de Juana de Arco, erigida frente a la iglesia en el año 1896.
La Iglesia de San Agustín de París, a través de su historia
Para conocer el origen de esta construcción religiosa debemos viajar a las décadas de 1850 y 1860, coincidiendo con el reinado de Napoleón III. Por aquel entonces, París experimentó una considerable transformación a manos del prefecto de la ciudad, Georges-Eugène Haussmann.
Éste se encargó de abrir un gran número de bulevares en plena ciudad medieval, erigiendo edificios públicos en los extremos de muchísimos paseos. El boulevard Malesherbes se abrió cortando en dirección noroeste desde la Madeleine. San Agustín, fue construido en un emplazamiento cercano al lugar donde el propio Georges-Eugène Haussmann había nacido. Se diseñó, a su vez, para ser visible desde el Arco del Triunfo.
El lugar escogido, la forma irregular que presentaban las calles colindantes, y la necesidad imperiosa de que la cúpula tuviera unos 60 metros, provocaron que este edificio tuviera unas dimensiones poco propias para la época. Victor Baltard, quien se encargó de diseñar el Mercado de Les Halles, fue el escogido para diseñar esta iglesia que se construyó entre 1860 y 1861 en la actual Plaza Saint-Augustin. En enero de 1987, el abad Langéniex se trasladó a esta nueva iglesia dedicada a San Agustín de Hipona. El paso del tiempo hizo que esta construcción adquiriera relevancia. Tanto es así que, en la actualidad, el barrio en el que se encuentra es uno de los más caros de la ciudad.
A pesar de las buenas intenciones a la hora de realizar esta construcción, sí que hubo un importante inconveniente: estaba ubicada entre el cruce del bulevar Malesherbes y el bulevar Haussmann. Son los dos de mayor circulación de la época y, por si fuera poco, estaba pavimentada con adoquines. Esto provocó que la iglesia fuera una de las más ruidosas de la capital de Francia.
Debemos saber que Napoleón III tomó la decisión de que la cripta de la iglesia de San Agustín albergase las sepulturas de los príncipes de la familia imperial, así como la de los emperadores y emperatrices. De hecho, tanto el Rey como la Emperatriz Eugenia iban a ser enterrados en este lugar pero, como consecuencia de su exilio, sus restos descansan en la Abadía de San Miguel, situada en Farnborough (Inglaterra).
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