Iglesia de San Pedro de Malmö: ¿cuál es su historia y cuáles son los elementos a destacar?

Malmö es una de las ciudades más espectaculares que podemos encontrar al sur de Suecia. Estamos ante la tercera ciudad más habitada del país, solamente detrás de Estocolmo y Gotemburgo. La historia de este lugar está estrechamente vinculado con Dinamarca, ya que fue creada en el siglo XII cuando la zona todavía pertenecía a este reino.

En la Edad Media, Malmö fue un punto clave en la Liga Hanseática en cuanto a cuestiones comerciales se refiere. Esta ciudad estuvo bajo el control de Dinamarca hasta que terminó la histórica segunda guerra sueco-danesa. Es más en el año 1658, como consecuencia de la firma del Tratado de Roskilde, Suecia se anexionó a Escania.

A partir del siglo XVIII, esta ciudad se consideró como una de las más industrializadas de la zona como consecuencia de la apertura del puerto. Esto provocó, inevitablemente, un gran desarrollo a nivel demográfico y, por tanto, se llevó a cabo la construcción de nuevos barrios.

No es ningún secreto que Malmö cuenta con un gran número de edificaciones que tienen una gran historia detrás. Un claro ejemplo lo encontramos en el Castillo, pero también en la Iglesia de San Pedro. Se trata de una edificación religiosa que comenzó a construirse en el año 1319, y destaca por su estilo gótico báltico de Lubeck.

Es importante tener en cuenta que no se trata de una iglesia cualquiera, sino que es probablemente la más importante de la ciudad. La podemos encontrar justo detrás del ayuntamiento de la ciudad sueca. Por lo tanto, está situada en un lugar verdaderamente estratégico.

En cuanto al exterior de la Iglesia de San Pedro de Malmö, el elemento que más destaca es su imponente torre campanario. Ésta cuenta con nada más y nada menos que 105 metros de altura. Un dato curioso es que el conjunto de la construcción nos hace recordar a la forma de un barco con impresionantes contrafuertes laterales.

Si vamos al interior debemos saber que la planta está formada por nada más y nada menos que tres naves, y que la central desemboca en la fascinante capilla mayor. A su vez, encontramos una serie de arcos semi-apuntalados de estilo gótico, que están sujetos por varias columnas de ladrillo.

Uno de los elementos que más llama la atención de esta Iglesia de San Pedro es, sin lugar a dudas, el púlpito. Éste fue realizado en el año 1599 por diversos artesanos que viajaron hasta el lugar desde Alemania. Cabe apreciar los relieves en mármol, en los que quedan reflejadas diversas escenas de la vida de Jesucristo.

Otro elemento a destacar es el retablo del altar mayor, que se construyó tanto en tres niveles como en tres calles. Además, se decidió mezclar no solamente pinturas sobre los lienzos, sino también diversas figuras policromadas en madera. En uno de los laterales de esta iglesia encontramos la pila bautismal, que data del año 1601. Además, recientemente, se han descubierto varios frescos de estilo gótico sobre las paredes. Unos frescos que datan del siglo XV, y era con lo que estaba decorada la edificación en su origen.

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