DINAMARCA
Las Islas Feroe: un paraíso en medio del Atlántico Norte y el lugar del mejor bacalao del mundo
Te contamos cómo es el archipiélago del que procede el mejor bacalao del mundo, las Islas Feroe.
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Las Islas Feroe son un archipiélago del Atlantico Norte que pertenece a Dinamarca, aunque no forman parte de la Unión Europea. Sus lenguas oficiales son el feroés y el danés y su moneda es la corona feroesa, ¡no olvides cambiar la moneda si vienes a pasar unos días! Este archipiélago se encuentra a medio camino entre Noruega e Islandia. Hasta 1814 formaban parte de la Corona Noruega pero por el tratado de Kiel se le concedió a Dinamarca el control de las Islas. En 1948 se declararon país autónomo del Reino de Dinamarca pero siguen conservando ciertas peculiaridades: tienen moneda, idioma e incluso religión propias; su iglesia es la Iglesia de las Islas Feroe.
Está formado por 18 islas principales -de las cuales 17 están habitadas- y 779 islas más pequeñas e islotes. Su población ronda los 50.000 habitantes, que tradicionalmente vivían de la pesca pero actualmente también del petróleo y del turismo. La capital se encuentra en Tórshavn. Dada la cantidad de inversiones en infraestructuras que se han realizado -puentes, carreteras y túneles submarinos- todo el archipiélago está interconectado y puede considerarse como una ciudad dispersa.
Vamos a conocer cinco de sus localidades que viven de cara al mar, de la pesca y del turismo. Un turismo que viene a conocer sus auroras boreales, sus espectaculares paisajes, sus escarpados acantilados y la variedad de aves marinas que buscan el abrigo de sus acantilados para anidar.
Tórshavn
Es la capital y se localiza en la costa oriental de Strymoy, la mayor de las Feroe. Tiene una población de 20.000 habitantes, es una de las capitales más pequeñas del mundo. Es un pequeño pueblo de pescadores -venden directamente sus pescados según los sacan del mar- que contrasta con los grandes cruceros que atracan en su puerto cargados de turistas.
Tinganes
Un lugar de desordenadas casas de madera roja y uno de los lugares de reunión parlamentaria más antiguos del mundo. Las pintorescas casas rojas se han construido sobre las piedras que utilizaban los antiguos vikingos como punto de reunión política. La vivienda del Primer Ministro feroés sigue estando en estas casas, y puedes encontrarte con él paseando tranquilamente por sus calles.
Klaksvík
Es la segunda localidad más poblada de las Islas, por detrás de la capital. Su nombre proviene del feroés klakkur (acantilado) y de vik (bahía), y viendo el lugar se comprende que se ajusta claramente a la verdad. Originariamente fue conquistada por los vikingos y durante siglos estuvo muy poco poblada, hasta que en 1836 comenzó su expansión cuando el comercio de Dinamarca se estableció aquí. Las condiciones del lugar (una bahía bien protegida) hicieron que fuera un seguro puerto de pesca para barcos de gran calado y los marineros comenzaron a establecerse en este pueblo, haciendo que creciera mucho. Hoy es una próspera ciudad que vive de la pesca y el turismo. En verano se celebra un famoso festival internacional de música: el Summarfestivalur, que congrega a miles de jóvenes de todo el mundo.
Vestmanna
Su nombre significa en feroés “hombres occidentales” que es como los vikingos llamaban a los celtas. Fue un importante puerto pesquero de calderones (la ballena de aleta negra) y actualmente vive de la pesca de otras especies y de la energía eléctrica, gracias a tres plantas generadoras que posee. Vestmanna atrae a innumerables turistas que vienen a ver las colonias de aves marinas que anidan en sus acantilados. Tiene un paisaje impresionante: impactantes acantilados con numerosas grutas visitables con marea baja, suaves montañas y embalses en los que se puede practicar la pesca. Es un lugar ideal para practicar rutas de senderismo y para el avistamiento de pájaros.
Gásadalur
Era uno de los pueblos más aislados de las Feroe pero también de los más hermosos con sus coloridas casitas. Era muy difícil el acceso por mar y había un escarpado camino para conectarlo con el resto de la isla. En 2004 se construyó un túnel que mejoró sustancialmente el acceso hasta la carretera -hoy se llega en coche desde el aeropuerto en menos de 20 minutos-. Los carteros recorrían la anterior carretera tres veces por semana, y es por ello que hay una ruta muy famosa, “la senda del cartero”, que recorre parajes hermosísimos, pero ojo, hay que estar en buena forma física.
Un pequeño recorrido por las Islas Feroe a través de cinco pequeñas poblaciones que son un ejemplo de lo mucho que puede ofrecer este singular archipiélago. Los amantes de la naturaleza tienen aquí un paraíso invernal. ¡Y además, se pesca el mejor bacalao del mundo!
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