Petra, Jerash, Amán, Wadi Rum, Mar Muerto...
Jordania también es un magnífico destino de invierno y Navidad
Hasta hace relativamente poco tiempo viajar en Navidad estaba casi mal visto en cambio actualmente, tal vez porque las familias no son tan grandes como antes y las celebraciones se hacen cada vez más fuera de casa, lo de viajar en Navidad es una tentación a la que muchos sucumben. Y puestos a dejarte llevar y a vivir los días más entrañables del año en un lugar lejos de tu hogar ¿por qué no Jordania?.
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Desde las orillas del Mar Muerto hasta la arena roja del desierto Wadi Rum, pasando por supuesto por Petra que es una de las Siete Maravillas del Mundo, Jordania nos ofrece un modo diferente de vivir la Navidad, disfrutando de un viaje a través del tiempo y de la historia, dejando nuestro mundo atrás y abstrayéndonos de todos los quehaceres y líos de nuestro día a día.
Petra, la ciudad perdida, es una de las visitas obligadas pero no la única, la ciudad de Jerash, cerca de Amán, es un tesoro romano que no te puedes perder porque fue una de las 10 ciudades romanas más importantes del Imperio Romano y también una de las escalas de la Ruta de la Seda; el desierto la sepultó pero también la conservó para que podamos ahora maravillarnos al visitarla.
Si Petra y Jerash son pura historia antigua, Amán es una mezcla de lo viejo y lo nuevo; pasear por la Ciudadela, visitar el museo arqueológico, las columnas del templo romano de Hércules, el teatro romano de Amán y la mezquita de Al-Husseini son algunas de las visitas turísticas más habituales pero te recomendamos que no dejes Amán sin pasear por su zonas más modernas, especialmente Rainbow Street, la calle de las tiendas que no falta en ninguna ciudad moderna y que aquí está cerca del zoco, otro maravilloso lugar en el que perderte.
A estas visitas históricas se suman dos naturales: el Mar Muerto, para que termines el año flotando a placer en su aguas cálidas y saladas (diez veces más saladas que las de cualquier otro mar) junto a las colinas de Jerusalén y el desierto Wadi Rum que, en Navidad, se nos antoja visita de obligado cumplimiento… ¿y si te cruzas con los Reyes Magos camino de Europa?
A Wadi Rum se va a pasar el día e incluso la noche, a hacer rutas en 4x4, en camello e incluso en globo o, si lo prefieres, caminando, los paisajes son maravillosos, únicos, totalmente diferentes a cualquier otra ruta de senderismo que hayas realizado.
Lo cierto es que Jordania, como país de Oriente Medio que es, tiene ese encanto particular de la historia y las leyendas, de un entorno natural sorprendente y vestigios históricos de importancia capital, es un país en el que la belleza lo envuelve todo y nos permite ser si cabe más conscientes de la gran diversidad del mundo.
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