Kawah Ijen, un bello y peligroso lago de Indonesia

Indonesia es un archipiélago situado dentro del llamado 'Anillo de Fuego' del Pacífico. Se trata de una zona en la que cuentan con mucha actividad volcánica y también sísmica. De hecho, en el año 2012 Indonesia tenía nada más y nada menos que 127 volcanes activos, lo que deja ver la magnitud de la situación.

Pero sin duda, uno de los volcanes más especiales de Indonesia es el Kawah Ijen. Está situado en la isla de Java y si es tan especial es, porque según cuentan muchas personas, emite lava de color azul. Es cierto: el cráter del volcán está cubierto de una masa azul turquesa que, según la hora del día, varía de intensidad.

Esto ha llamado la atención de los humanos durante muchos años, pues la belleza que desprende es inmensa. Así, son muchos quienes se animan a alcanzar la cima de este volcán, situada a unos 2.800 metros de altitud. Pero la verdad es que esta belleza es equiparable al peligro que supone para las personas, de modo que quien decida acercarse hasta él debe ser consciente de ello.

En realidad, el Kawah Ijen no es un volcán que expulsa lava azul. Lo cierto es que se trata del lago de agua caliente más grande del mundo y su color se debe a que el volcán guarda en su interior azufre en grandes cantidades y este se va filtrando en estado líquido a través de las grietas de sus paredes. Así, si bien el resultado es un espectáculo para la vista, sobre todo cuando se acerca la noche, lo cierto es que respirar el aire que se acumula en la cima de este volcán puede ser muy peligroso.

El agua del Kawah Ijen es verdaderamente tóxica por su contenido y los vapores que se crean allí, a veces formando grandes nubes, pueden afectar a la salud. ¿Puede visitarse? Sí, se puede. La base del volcán se encuentra solamente a una hora y media por carretera de ciudades como Banyuwangi o Ketapang. Después, hay un camino de aproximadamente el mismo tiempo desde allí hasta la cima. Es totalmente accesible, pero siempre que una persona decida acercarse hasta el lugar ha de hacerlo consciente del peligro que supone.

Por eso es recomendable que si un viajero decide que pese a todo quiere ver de cerca las preciosas aguas azules que se esconden en el cráter del volcán Kawah Ijen, lo haga preparado. Llevar mascarillas es imprescindible y, cuanto menos rato se pase respirando el vapor tóxico, mejor. También se debe evitar tocar cualquier objeto y, en caso de hacerlo, hay que tener mucho cuidado de no tocarse la cara después.

Como curiosidad debes saber también que apenas nunca estarás solo al borde del cráter. De hecho, es habitual que allí te encuentres con mineros que se juegan la salud extrayendo de manera manual el azufre del volcán.