Mar Adriático
Korcula, la isla (y la ciudad) de Marco Polo está en Croacia
Korcula es la segunda isla más poblada del Adriático y pasa por ser el lugar de nacimiento del famoso navegante Marco Polo.
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Korcula es una isla diferente, hay aspectos que nos hacen pensar que vive anclada en el pasado porque aquí permanecen vivos oficios tradiconales hasta el punto que la educación en la isla cuenta no solo con escuelas de educación primaria y secundaria sino también con la posibilidad de cursar estudios equivalentes a lo que aquí sería Formación Profesional; además mantiene viva su historia tanto en los vestigios arquitectónicos y arqueológicos que de ella se conservan como a través de sus tradiciones y folcklore que en Korcula se cuidan mucho. Pero Korcula es también una isla moderna, tanto que la la mayor parte de sus más de sus 17.000 habitantes hablan varios idiomas y mantienen una capital, que lleva el mismo nombre que la propia isla, que no solo es un dechado de historia sino también de leyenda: pasa por ser la ciudad en la que nació Marco Polo, en el seno de una familia de mercaderes afincada en ella; la leyenda va tan lejos que podrás visitar la que dicen era su casa (aunque de esto hay dudas porque parece ser que esa casa se construyó mucho después de la muerte del famoso navegante).
Llegar a Korcula es fácil, puedes utilizar las líneas de ferry que unen la ciudad de Korcula con Orebic, en la península de Peljesac, o Drvenik (cerca de Makarska), también puedes optar por viajar a esta isla desde Split o desde la isla de Lastovo aunque estas líneas de ferry no te dejarán en la capital de la isla sino en la pequeña ciudad costera de Vela Luka; hay diferentes servicios de catamarán dsde Dubrovnik, Split, Zadas y Rijeka e incluso, aunque solo en verano, podrás viajar directamente a Korcula desde algunos puertos italianos del Adriático.
Ya en Korcula deberás recorrer la isla, descubrir sus encantadores e históricos pueblos de interior y también los de costa, más modernos, pero sobre todo deberás pasear la ciudad de Korcula porque se trata de un paseo histórico inolvidable: uno de los aspectos más sorprendentes de esta ciudad lo encontramos en su planificación urbana, sus calles fueron trazadas dibujando las líneas del espinazo de un pez y no se trata de un diseño hecho al azar sino con un objetivo esencial: que el sol de la tarde y la mañana bañara las calles de la ciudad pero que no se adueñara de ellas el calor del mediodía ni tampoco los vientos; por eso pasear por esta ciudad es un placer en cualquier momento del día, descubrirás la Catedral de San Marcos (obligado entrar para deleitarte con las magníficas pinturas italianas que allí se conservan), un monasterio franciscano o algunos palacios que pertenecieron a los antiguos gobernantes venecianos o a los ricos aristócratas locales, que eran mercaderes.
Claro que la historia en Korcula no solo se ve, también se vive porque, como decíamos al principio, se trata de una isla que mantiene muy vivas sus tradiciones, por eso mucha gente la visita en julio, es entonces cuando celebran su Festival de los Juegos Caballerescos y la Danza Tradicional con espada en trajes originales del S.XVI (con la famosa lucha entre el Rey Blanco y el Rey Negro); también en esa época se celebra el Festival Internacional de la Canción y el Vino en honor a Marco Polo (un momento ideal para descubrir sus famosos vinos locales que son perfectos para regar la gastronomía local).
Más información en Turismo de Croacia.
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