El legado de Mozart en Europa: conoce los rincones del compositor

Amadeus Mozart ya contaba con influencias artísticas en el seno de su familia. Sin ir más lejos, su padre Leopold Mozart, servía como músico al príncipe arzobispo de Salzburgo, ciudad donde el futuro pianista llegó al mundo. Aquel 27 de enero de 1756, la música y la cultura dio la bienvenida a uno de sus máximos exponentes.

Su vida se ha visto protagonizada por rutas en las que Mozart mostraba su talento a todo aquel que podía permitirse el lujo de escucharlo. Nosotros hemos recopilado algunos de estos lugares europeos que formaron parte de la vida de Mozart para que ahora también formen parte de la tuya.

Salzburgo. Como no podía ser de otro modo, esta lista debía estar encabezada por la ciudad natal del pianista. Salzburgo vio nacer a Mozart y se convirtió en el escenario de diversos episodios de su infancia. Su casa, situada en la calle Getreidegasse nº 9, hoy en día permite su acceso como si de un museo se tratase. Cuenta con una gran variedad de objetos de la época, así como instrumentos que pertenecieron a Amadeus.

Múnich. Alemania también formó parte de los planes de nuestro protagonista. Tanto es así que el 12 de enero de 1762, viajó junto a su familia para ofrecer conciertos en la corte del príncipe Maximiliano III.

Viena. La capital de Austria fue para Mozart su ciudad. Y es que su relevancia no fue casualidad, ya que la capital imperial se convirtió en el centro mundial de la música, por lo que Amadeus lo aprovechó para ofrecer dos recitales en el palacio de Schönbrunn. Quedó tan cautivado por la belleza de la ciudad que, años más tarde, volvió de nuevo para residir durante mucho tiempo. Con el paso del tiempo, la fama de Mozart fue aumentando y sus obras llegaron a oídos de María Teresa, la madre del emperador austríaco, quien no podía resistirse a su talento. Además, durante su estancia en esta ciudad, contrajo matrimonio, conoció profundamente las obras de Bach y se convirtió en francmasón.

Italia. En uno de los viajes en los que se emprendieron Mozart y su padre, conocieron a Giovanni Battista. En concreto, lo hicieron en Bolonia, donde además fue aceptado en la Academia Filarmónica sin ni siquiera alcanzar la edad mínima exigida. Roma y Milán también tuvieron el honor de acoger al compositor. En el caso de esta última ciudad, adquiere relevancia ya que se trata del lugar donde Mozart compuso la ópera Mitridate, re di Ponto, Ascanio in Alba, Luci Silla y Exsultate, jubilate.

Praga. La ciudad que lo despidió. Allí, ofreció un concierto a José II de Habsburgo. Mozart se mudó a la República Checa donde produjo Las bodas de Fígaro en 1786, aunque ya fue estrenada previamente en Viena. Generó tal sensación que Amadeus comenzó a guardar cariño a esta histórica ciudad. Tanto es así que compuso Sinfonía Praga, más conocido como sinfonía nº. 38 en Re mayor, K. 504. Años más tarde, estrenó mundialmente Don Giovanni junto a Da Ponte en el Teatro Estatal, así como La clemenza di Tito. Esta ciudad hoy rinde homenaje al cariño de Amadeus a través del Museo de Mozart en la Villa Bertramka, donde el pianista vivió con sus amigos.

Recordar la vida de alguien puede llevarse a cabo de muchas formas. En el caso de Mozart, la más idónea es hacerlo a través de la escucha de sus obras, pero aquel que tenga la oportunidad de viajar y visitar alguna de estas ciudades, lo recordará de la manera más cercana posible: visitando y conociendo en primera persona los lugares que un día cautivaron al que hoy es una de las figuras más notables de la historia de la música.

Ésta es solo una corta lista de los rincones que forman parte de la vida del compositor. ¿Te atreves a volar y conocerlos?