Portugal
Madeira es uno de los destinos más seguros del mundo, te contamos por qué
Madeira, como todo Portugal, manejó bien la pandemia en sus peores momentos y sigue haciéndolo actualmente, lo que convierte a esta isla en un fantástico destino en los tiempos que corren.
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El control de la pandemia, que si en Portugal en general fue bueno en Madeira en particular fue todavía mejor, hizo que esta isla portuguesa pudiera ofrecer el pago del alojamiento durante la cuarentena a todos los turistas diagnosticados de COVID-19 en la isla, una medida que puede parecer arriesgada en lo económico pero que no lo es tanto si revisamos los datos: Madeira contó con 111 casos diagnosticados de coronavirus, solo 13 permanecen actualmente activos y corresponden a personas que están confinadas en su domicilio en los hoteles designados.
La clave para este buen control de la pandemia, además de tratarse de un territorio isleño que, por definición, está más aislado que los territorios continentales y de un núcleo de población pequeño (apenas supera los 260.000 habitantes), ha sido la prevención, anticiparse siempre a la evolución de la pandemia; esa es la razón por la que, ante el aumento de vuelos a la isla y, con ellos, del número de turistas, en Madeira han tomado una decisión que se está convirtiendo ya en general en casi todos los países afectados por el coronavirus: hacer obligatorio el uso de las mascarillas (aunque con importantes excepciones).
¿Una medida incómoda? tan incómoda como las propias mascarillas pero si algo tenemos claro en Portugal, en España y en el resto del mundo es que mientras no haya un tratamiento efectivo ni una vacuna lo más seguro y saludable es evitar el contagio, desde esa perspectiva las mascarillas tienen un aspecto mucho más amigable, son, junto al agua y jabón o en su defecto a los geles hidroalcóholicos, nuestras cómplices y aliadas.
Cuando se cumple un mes de la apertura de la isla al turismo, Madeira cuenta solo con 13 casos activos de coronavirus, en agosto se esperan más turistas que en julio (así lo anticipan las reservas de vuelos) y la isla quiere seguir con la pandemia bajo mínimos, de ahí que obligue al uso de mascarillas, eso sí, con algunos matices: no tendrán que usarlas los menores de 10 años ni quienes sufran alguna dolencia que recomiende evitar su uso, tampoco será necesario usarlas practicando deportes o realizando cualquier actividad que suponga un esfuerzo físico, no son obligatorias en playas o zonas de baño, ni en rutas de senderismo o actividades recreativas en el bosque.
Madeira confirma con esta medida algo que ya sabíamos, es uno de los destinos más seguros del mundo, de hecho fue el primer destino europeo en contar con un manual que detallaba las medidas a implementar frente al coronavirus (Manual de Buenas Prácticas para tratar con el COVID-19) y uno de los primeros del mundo en poner en marcha la certificación sanitaria de todo el destino.
Con las excepciones antes detalladas mediante, el uso de mascarillas obligatorio no parece que vaya a suponer un gran problema para el turismo en Madeira.
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