ITALIA
Monza: mucho más que un circuito de Fórmula 1
Monza es una de las ciudades más grandes de Lombardía pero resulta tan acogedora como un pequeño pueblo. ¿Te vienes a descubrirla?
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Situada al norte de Italia, en la región de Lombardía, Monza es una ciudad conocida sobre todo por su circuito de Fórmula 1. Atrae a muchos turistas que se mueven por este deporte de motor y acuden allí a ver el Gran Premio de Italia. Sin embargo, es una ciudad que merece ser visitada por cualquier persona, le guste ver carreras de coches o no.
Monza es la tercera ciudad más grande de la región, pero pese a eso resulta acogedora. Lo notas poco después de salir de la estación, cuando llegas a sus primeras calles empedradas, adornadas con flores que le aportan la calidez de un pueblo pequeño. Recorrer esas calles sin rumbo fijo ya merece la pena, puesto que solo con eso Monza es capaz de conquistar. Pero en realidad, en la ciudad hay más.
Por ejemplo, en una visita a Monza se debe incluir en el itinerario su catedral o duomo. Para visitarla debes acudir al corazón de la ciudad, a una plaza repleta de vida, pues es allí donde se encuentra imponente exponiendo su belleza.
Está dedicada a San Juan Bautista y se construyó entre los siglos VI y VII, aunque debes saber que el edificio se reconstruyó en el año 1300. Y no solo eso, sino que en años posteriores se han realizado otros arreglos y añadido elementos. Así pues, en el año 1606 se levantó el campanario, obra de Pellegrino Tibaldi, y en el siglo XVIII se anexó al cementerio de la ciudad.
Por otro lado, en una escapada a Monza tampoco puedes olvidarte de visitar la Villa Real de Monza. En esta ocasión hablamos de un lugar algo más alejado, pero tan grande e impresionante que podrás pasar allí horas. Es en realidad uno de los tres palacios más importantes de todo el país.
Se trata de un enorme complejo arquitectónico de estilo neoclásico en el que vivieron primero los reyes del Imperio austrohúngaro y más tarde los del Reino de Italia. Y aunque eso es historia, seguramente lo que a ti te atrape sea su belleza, aunque también puedan interesarte las exposiciones que acoge en su interior.
El edificio principal tiene justo delante una gran fuente que hace del lugar uno mucho más fotogénico. Además, está bordeado por muchos jardines verdes, amplios y acogedores. De hecho, la fachada principal mira hacia un jardín inglés proyectado por el arquitecto Giuseppe Piermarini. También hay una rosaleda, que se encuentra justo delante del Serrone, un edificio que antiguamente se usó como invernadero y como sala para fiestas, y que hoy en día alberga exposiciones.
Caminar por los Jardines Reales resulta apetecible. Y es que mientras lo haces te vas encontrando con rinconcitos con encanto, como un banco situado justo debajo de un arco de hierba. Son nada más y nada menos que 40 hectáreas, con prados, cuevas, cascadas, estanques y muchísimos árboles tales como cipreses y robles. Y, desde luego, todos ellos contribuyen a hacer de Monza una ciudad especial.
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