Nada entre millones de inofensivas medusas

El lago de las medusas, Tketau Ongeim'l, es uno de los aproximadamente 70 lagos marinos esparcidos por las islas del sur del archipiélago de Palaos, en el Pacífico Sur. Pero no es uno más. Lo más curioso de este lago es que está habitado por más de cinco millones de medusas doradas, que aunque a priori pueden dar mucho miedo, te permitirán vivir una experiencia única e incomparable, una experiencia inédita, relacionada con una actividad, el buceo.

Las islas Palaos son un pequeño paraíso, un archipiélago compuesto por cerca de 340 islas de origen volcánico y coralino que, además de ser uno de los países más recientes y menos poblados del mundo, es además uno de los mejores lugares para bucear del planeta.  Un destino que atrae anualmente a un buen número de turistas, gran parte de los cuales se acerca a ver esta maravilla única.

Situado en una de las Islas Roca, una serie de pequeñas y deshabitadas islas rocosas en el estado de Koror, en la isla de Eil Malk, este lago se cerró al mar hace miles de años, y por ello no existe en sus aguas ningún tipo de depredador, salvo unas anémonas situadas en la orilla. Este hecho, ha permitido que estos seres se desarrollen a sus anchas, con la tranquilidad de los que saben que no están amenazados. Hasta tal punto, que las medusas que allí habitan han ido modificado su fisonomía y prácticamente se han deshecho de sus aguijones venenosos. Sus células urticantes ya solo las utilizan para capturar pequeños peces que complementan su dieta, pero son imperceptibles para el ser humano, excepto en zonas donde la piel es muy fina, como es el caso de los labios.

Las medusas llegaron hace miles de años a este lago a través de un paso natural que lo enlazaba con el mar.

Una de las atracciones de este lago es poder sumergirse y nadar libremente en compañía de los millones de medusas que habitan en sus aguas. Algo impensable que supondría una pesadilla en cualquier parte del mundo, aquí se convierte en una experiencia extraordinaria. En este lago, vas a poder estar con ellas,  tocarlas, acariciarlas, y dejar que te acaricien, además de rodearte de ellas sin miedo a que te hagan daño, bailando al son de sus movimientos y disfrutando de su belleza.

Durante el día, las medusas migran de un lado del lago al otro para seguir la trayectoria del sol, que alimenta a las algas gracias a las que sobreviven.

Las islas que forman Palaos se crearon hace millones de años gracias a fuerzas tectónicas que empujaron a los arrecifes de coral hacia la superficie, creando lo que hoy es este paradisíaco archipiélago. Altas cumbres con caras escarpadas y depresiones, perforadas por canales y fisuras, forman lo que es una orografía mágica. Son pequeñas y rocosas y se convierten en una escapada real a otro mundo, ya que en su mayoría están deshabitadas, por lo que explorarlas es ya en sí toda una aventura. El destino perfecto para un viaje tranquilo a un lugar único.

El Lago de las Medusas tiene 30 metros de profundidad en su punto más profundo, pero más abajo de los 14 metros no tiene vida, ya que el agua carece de oxígeno y contiene altas concentraciones de sulfuro de hidrógeno. Por eso, el buceo de profundidad con equipos de oxígeno está prohibido en Ongeim'l Tketau, ya que es peligroso para la vida del ser humano. Pero no es solo por eso, es que además, se trata de preservar a las medusas de posibles daños que se les pueda causar. Sí se puede, en cambio, nadar y bucear a poca profundidad, por lo que gran cantidad de personas se sumergen todos los años en este reino de las medusas.

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Turismo de Palaos