LUXEMBURGO
Palacio Gran Ducal de Luxemburgo: su historia y por qué fue utilizado como sala de conciertos
Viajamos hasta Luxemburgo para conocer la sorprendente historia que esconde el Palacio Gran Ducal de la ciudad.
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad de Luxemburgo. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones de ensueño. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio Gran Ducal, una de las edificaciones más espectaculares que podemos encontrar en esta ciudad y en este país.
Debemos tener en cuenta que no se trata de una construcción cualquiera, puesto que estamos ante la residencia oficial del gran duque de Luxemburgo. Por lo tanto, es allí donde tienen lugar la gran mayoría de las obligaciones del gran duque como cabeza del Estado de Luxemburgo. ¡Casi nada!
El Palacio Gran Ducal de Luxemburgo, a través de su historia
Esta construcción, en un principio y entre 1572 y 1795, fue el Ayuntamiento de la ciudad. Desde 1795, se convirtió en nada más y nada menos que sede de la prefectura del Département des Forêts. Posteriormente, hasta 1817, pasó a ser la sede principal del Gobierno de Luxemburgo.
Lejos de que todo quede ahí, debemos destacar que desde 1817, el Palacio se convirtió en la residencia del gobernador. De esta manera fue utilizado por el Príncipe Enrique durante la etapa en la que fue nada más y nada menos que el Teniente Representante de Luxemburgo. No fue hasta 1883, cuando el interior de la construcción sufrió una gran renovación.
Y todo para preparar la visita del Gran Duque Guillermo III y su mujer la Gran Duquesa Emma. En 1890, la Casa de Nassau-Weilburg ascendió por lo que este palacio se reservó para el Gran Duque y su familia. En la etapa del Gran Duque Adolfo, esta construcción fue renovada exhaustivamente. Así pues se erigió una nueva ala, con un gran número de habitaciones tanto para la familia como para los invitados. Los encargados de estas imponentes obras fueron los arquitectos Gédéon Bordiau y Charles Arendt.
Cabe destacar que durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, este Palacio fue utilizado por los nazis como taberna y hasta sala de conciertos. Por si fuera poco, sufrió grandes daños y parte del mobiliario fue arruinado. En 1945, tras el regreso de la Gran Duquesa Carlota de su exilio, el Palacio volvió a ser sede de la corte Gran Ducal.
Esta construcción, bajo la estricta supervisión de Carlota, fue redecorada de forma radical. Lejos de que todo quede ahí, entre los años 1991 y 1996 se restauró prácticamente por completo. En la actualidad, más allá de ser la residencia oficial del Gran Duque, la construcción es utilizada para realizar sus funciones oficiales. Es más, el mensaje de Navidad es emitido en Nochebuena desde la Sala Amarilla de esta construcción.
No solamente destaca en ese sentido sino que, además, los Jefes de Estado extranjeros que visitan al Gran Duque en Luxemburgo se alojan en este palacio, mientras que en el Salón del Baile se realizan, en su honor, los banquetes. Desde 1966, los soldados del ejército de Luxemburgo realizan las obligaciones de guardia.
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