ESTONIA
Palacio Kadriorg de Tallin: ¿Sabías que era conocido como ‘Catherinethal’?
El Palacio Kadriorg es uno de los edificios más singulares que podemos encontrar en Tallín, la capital de Estonia. ¡Descubre toda su historia!
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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Tallín. En la capital de Estonia encontramos un gran número de edificaciones, entre las que destaca el conocido como Palacio Kadriorg. Una construcción que, en su origen, se llamaba “Catherinethal”, en honor a Catalina I de Rusia.
Este Palacio Kadriorg se erigió tras la Gran Guerra del Norte. Nicola Michetti fue quien lo diseñó, mientras que los arquitectos Gaetano Chiaveri y Mijaíl Zemtsov se encargaron de ejecutar esa idea. Durante el siglo XX, la versión estonia del nombre, que no era otro que Kadriorg, fue ganando adeptos.
En la actualidad, el Palacio alberga nada más y nada menos que el Museo de Arte Kadriorg. Pero no solamente eso, sino que también podemos encontrar otra de las sedes del Museo de Arte de este país. Estamos hablando, cómo no, del Museo Kumu, que encontramos en el mismo parque.
El Palacio Kadriorg de Tallín, a través de su historia
Para conocer el origen de esta construcción, debemos viajar hasta el año 1710. En ese instante, coincidiendo con el asedio de Reval, Pedro el Grande decidió comprar una impresionante casa para su mujer, Catalina, en Lasnamäe. Bien es cierto que el aspecto que conocemos actual se lo debemos a Nicolás I de Rusia, que realizó una importantísima renovación allá por el año 1827.
La construcción del nuevo palacio comenzó a finales de julio de 1718. Pedro el Grande y Catalina visitaban las obras con frecuencia, ya que estaban realmente emocionados con el proceso. A pesar de todo, tras la muerte del emperador, ella perdió el interés casi por completo. Aunque muchos elementos nos recuerdan a esta pareja, lo cierto es que otros tantos fueron perdiéndose con el paso del tiempo.
El Palacio, debido a esta profunda tristeza que sentía Catalina y el paso del tiempo, fue experimentando un proceso de abandono. En 1921 pasó a ser la sede del Museo de Arte de Estonia y, a partir de 1929, este Palacio Kadriorg comenzó a ser considerado como la residencia del Presidente de Estonia.
Motivo por el cual, en la década de 1930, el presidente Konstantin Päts comenzó una serie de controvertidas restauraciones tanto en el palacio como en el jardín, para utilizarlos de manera privada. En 1991, se cerró el Palacio tras haber caído en un destacado estado de deterioro.
Por lo tanto, se comenzó un nuevo proceso para rehabilitarlo hasta que en el verano del 2000 volvieron a abrir sus puertas. Eso sí, ya no es utilizado como edificio principal del Museo de Arte de Estonia, sino como una parte del mismo. Una auténtica joya para los amantes de este tipo de construcciones. ¡No deja a nadie indiferente!
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