Palacio del Parlamento Rumano de Bucarest: ¿Sabías que es el edificio administrativo civil más grande del mundo?

Ponemos rumbo a Bucarest, capital de Rumanía. Se trata de una ciudad verdaderamente espectacular que, desde luego, no deja absolutamente indiferente a nadie. Cuenta con un gran número de construcciones y monumentos que llaman poderosamente la atención. Un claro ejemplo lo encontramos en el conocido como Palacio del Parlamento Rumano.

Se trata de la sede de las dos cámaras del Parlamento del país. Está ubicado en pleno centro de Bucarest, sobre la Colina Spirii. Tales son sus proporciones (más de 315.000 metros cuadrados) que es considerado como el edificio administrativo civil más grande de todo el planeta. Además, el segundo más grande después de El Pentágono. Este Palacio del Parlamento llegó a ser conocido como Casa del Pueblo o, incluso, Palacio del Pueblo.

El Palacio del Parlamento Rumano, a través de su historia

Para conocer su origen, debemos viajar hasta el año 1985. Por aquel entonces el presidente Nicolae Ceauşescu quiso reunirse con Anca Petrescu, reconocido arquitecto, para encargarle este proyecto. Para poder hacerlo realidad, debido a sus dimensiones, se tuvieron que demoler muchos de los barrios de la parte alta de la ciudad. Entre ellos se encontraban unas 7.000 casas, tres monasterios, dos sinagogas y hasta doce iglesias.

Esta imponente edificación cuenta con 12 plantas en superficie, y otras 8 subterráneas. De los 315.000 metros cuadrados de extensión, unos 250.000 cuentan con más de 86 metros de altura y 92 metros de profundidad. ¡Una auténtica locura! Para llevar a cabo estas obras, se necesitaron 20.000 personas, haciendo turnos las 24 horas del día.

Este palacio, en el que se utilizaron maderas de nogal, cerezo, roble, así como mármoles, lámparas de bronce y candelabros de prácticamente 2 metros de altura, cuenta con hasta 40 salas. Nicolae Ceauşescu, fascinado por este faraónico proyecto, participó activamente en las obras junto al resto de ingenieros.

En 1989 falleció el presidente y, por aquel entonces, muchas partes del edificio estaban incompletas. Tan solo un año después, el gobierno Ion Iliescu se planteó demoler este edificio. Había varias propuestas sobre la mesa, como era la de convertirlo en un casino o, incluso, un monumento contra el comunismo.

Pero, finalmente, se impuso la de acoger el Parlamento de Rumanía. Desde entonces, esta edificación ha sido testigo de numerosos hechos históricos. Un claro ejemplo lo encontramos en 2008, cuando este Palacio albergó la 20ª Cumbre de la OTAN. Eso sí, se volvió a proponer la idea de trasladar el Parlamento a un nuevo edificio, ya que solamente se utiliza el 30% del Palacio. Se abrió un debate que terminó con Miron Mitrea descartando la idea, calificándola de “broma”.

Sea como sea, lo cierto es que se ha convertido en una de las edificaciones más sorprendentes de Rumanía, pero también de todo el mundo. A pesar de que se construyó a finales del siglo pasado, ha sido suficiente para ser testigo de grandes hechos históricos que han marcado un antes y un después en este país.