Parque Natural Adamello Brenta: un paraíso natural en el norte de Italia

En el norte de Italia, en la parte occidental del Trentino, se encuentra el Parque Natural Adamello Brenta: un paraíso natural compuesto por 620 kilómetros cuadrados repletos de pastos, bosques, montañas y pueblos pequeños de apenas unos pocos habitantes. Se extiende por el valle de Non, Giudicarie y di Sole y es hogar de animales tales como los osos, los lobos, los ciervos o las marmotas.

Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2009, el Parque Natural Adamello Brenta es perfecto para aquellos que quieren hacer ecoturismo, pues en él se promueve el respeto por el medio ambiente. Así, se fomenta la movilidad en transporte público en su interior y muchos de sus hoteles escogen la energía limpia, reciclan y reducen el consumo de agua, entre otras cosas.

Allí se respeta la naturaleza, pues están rodeados por ella. Y es que en el Parque Natural Adamello Brenta se levantan montañas como las Dolomitas de Brenta o el macizo de Adamello Presanella. Pero no solo eso, sino que en su interior se encuentran un total de 48 lagos y también uno de los glaciares de mayores dimensiones de Europa.

Se trata del área protegida más grande de toda la zona y puede descubrirse en un sinfín de rutas de senderismo diferentes. De mayor o menor dificultad, todas y cada una de ellas permiten disfrutar del entorno verde del parque. Y estas se pueden hacer a pie o en bicicleta, por ejemplo, si se está preparado para ello.

De este modo, se descubren las montañas y los lagos, pero también existe la posibilidad de avistar águilas que sobrevuelan el lugar o algún que otro animal salvaje que vive allí en libertad. Y por si todo eso fuera poco, el Parque Natural Adamello Brenta es ideal también para conocer la manera en que se ganan la vida los ciudadanos que habitan los pueblos del lugar.

Hablamos de una zona natural en la que la población se ha dedicado desde hace siglos a la agricultura y la cría de cordero. Pero no solo eso, sino que muchos de sus habitantes se dedican a los oficios tradicionales como la carpintería o la siega. De este modo, cuando un viajero decide visitar este parque puede ver de primera mano cómo se realizan estos oficios.

Además, por la zona también se organizan excursiones por las zonas de pasto de los animales y cenas en las que se pueden degustar productos típicos de la región. También se puede asistir a la 'casarada', una forma antigua de tratar la leche para realizar queso después.