MONTENEGRO
Perast, el pueblo de los palacios de Montenegro
Son muchos los que hay repartidos por este pequeño pueblo de la bahía de Kotor, pero no son los únicos atractivos que tiene.
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Si tienes pensado viajar a Montenegro, puede que te apetezca incluir en tu itinerario Perast. Si te decimos que tiene alrededor de 350 vecinos puede que te preguntes por qué deberías visitarlo. Es cierto que se trata de un pueblo pequeño, pero debes saber que este rincón situado en la bahía de Kotor parece sacado de un cuento de princesas y caballeros.
Esto no lo decimos porque sí, sino que lo hacemos basándonos en el hecho de que cuenta con nada más y nada menos que 19 palacios. Algunos de ellos, actualmente, se encuentran deshabitados. En otros vive solamente una familia. Pero pese a ello es innegable que forman parte de la historia de este pintoresco pueblo bañado por las aguas del Adriático.
Precisamente de su historia es de lo que vamos a hablar a continuación, porque creemos que es importante conocer el hecho de que esta aldea llegó a contar con casi 2.000 habitantes entre los siglos XV y XVIII. Por ese entonces, gracias al imperio veneciano, los ciudadanos de Perast vivieron de la pesca, el comercio y la construcción de barcos. Y la riqueza de los vecinos se vio reflejada en sus viviendas: palacios que empezaron a construirse por las diferentes calles de la población.
Por problemas políticos y como consecuencia también de un terremoto, Perast dejó de ser lo que era. Pero pudo sobreponerse, recuperar su magia e incluso convertirse en uno de los pueblos más bonitos de Montenegro. Recorrer sus calles es toda una delicia y admirar los detalles de estilo barroco de los palacios es casi obligatorio.
No obstante, en Perast también hay otros atractivos, como pueden ser sus iglesias. Los visitantes pueden acercarse a la de San Marcos, a la de San Antonio, a la de Nuestra Señora del Rosario y también a la de San Nicolás. Esta última es la más importante de las cuatro y se alza hacia el cielo para convertirse en una protagonista más del lugar.
Por último, no podemos olvidarnos que se encuentra en la bahía de Kotor, que está bañada por el mar y rodeada de montañas. Por eso mismo, también tiene unas vistas fantásticas que resulta casi imposible no fotografiar. Sin duda, regalan estampas de postal que se quedan grabadas en la retina de quienes tienen la suerte de presenciarlas.
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