ISLAS CANARIAS
Puerto de la Cruz: todo lo que ofrece este rincón de la isla de Tenerife
Desde sus playas volcánicas hasta parques enormes, pasando por miradores con unas vistas fascinantes. Esto es todo lo que puedes encontrar en Puerto de la Cruz.
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La isla de Tenerife es un destino ideal para cualquier época del año. Siempre hace buen tiempo y, aunque de vez en cuando puede llover, las temperaturas son de lo más agradables. Por eso son muchas las personas que, sin importar si es enero, julio o noviembre, escogen esta isla para pasar sus vacaciones. Aunque bien es cierto que el clima no es el único aliciente: Tenerife tiene muchos más atractivos turísticos, como es el caso de Puerto de la Cruz.
Si bien es cierto que el Teide, el volcán más famoso de nuestro país y también el pico más alto de toda España, es el emblema de la isla de Tenerife, Puerto de la Cruz es otro de sus rincones más visitados. De hecho, hay documentos que demuestran que fue en esta ciudad donde se inició el turismo en las Canarias.
Puerto de la Cruz es un puerto del valle de la Orotava, de pequeñas dimensiones, que debe su nombre al hecho de que en el siglo XVI, los nuevos colonos construyeron una cruz en el muelle del puerto. Curiosidades aparte, se trata de un antiguo pueblo pesquero con un buen puñado de lugares por visitar. Pero no solo eso, sino que es un punto estratégico para alojarse y hacer excursiones a otros rincones de la isla.
No obstante, si tu idea es descubrir la ciudad de Puerto de la Cruz en sí misma, puedes empezar por apuntar en tu itinerario el Lago Martiánez, un complejo de ocio con un lago artificial de 33.000 metros cuadrados repleto de agua del mar. Hablando de mar, y como ya te habrás podido imaginar, allí también hay playas volcánicas en las que quizá quieras darte un chapuzón. Así, puedes apuntar la playa de San Telmo o la pintoresca Playa Jardín, de arena negra y palmeras verdes que contrastan a las mil maravillas.
¿Eres de esas personas que disfruta contemplando los destinos desde las alturas? Entonces no querrás perderte el mirador La Paz, situado en lo alto de los acantilados Martiánez, desde donde ver el complejo y el resto de la ciudad desde otra perspectiva. Y este no es el único lugar desde el que obtener una panorámica preciosa de Puerto de la Cruz, pues el Castillo de San Felipe también tiene unas espléndidas vistas de algunas playas de la ciudad.
Por supuesto, en una estancia en Puerto de la Cruz no puede faltar un paseo por su casco histórico, pasando por el coqueto muelle, la plaza del Charco o la Casa de la Aduana, entre otros lugares. Y si lo tuyo es la naturaleza, entonces apunta los parques. Por un lado tenemos el Parque Taoro, repleto de jardines, terrazas, fuentes y cascadas; por otro, el Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
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