PIRINEOS
¿Quieres conocer un mar en pleno Pirineo? Vámonos al embalse de Yesa
El embalse de Yesa es también conocido como “Mar del Pirineo” y se encuentra al lado de la localidad del mismo nombre y a 47 kilómetros de Pamplona.
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El río Aragón, el afluente más caudaloso del Ebro, nace en el glaciar del valle de Astún en el término municipal de Jaca, en el Prepirineo aragonés, y con sus aguas se ha creado este embalse que riega las ricas huertas de Navarra y Aragón.
Este embalse forma un enorme lago azul que se extiende por una superficie de diez kilómetros de largo y entre uno y dos y medio de ancho, a los pies de la sierra de Leyre y rodeado de hayedos y pinares. Se le conoce como “Mar del Pirineo” porque es navegable y en sus aguas se practican todo tipo de deportes náuticos como windsurf, esquí acuático o pilotar lanchas motoras. Los amantes de la pesca tienen aquí un verdadero paraíso y la posibilidad de capturar buenas piezas de trucha, carpa y perca americana.
Se encuentra a menos de 50 kilómetros de Pamplona, pero por su situación privilegiada tiene un clima mucho más soleado, hasta el punto de tener 90 días de sol más que la capital navarra. A menos de una hora de distancia se puede gozar de un lugar de una belleza excepcional y el doble de probabilidades de tener sol; ideal para una jornada playera en verano o para un paseo otoñal. Aquí pocas veces azota el cierzo; son más frecuentes los vientos del sur que provocan olas en la superficie del embalse y hacen las delicias de los navegantes.
Si eres más de paseos también tienes que acercarte al embalse de Yesa; no hay senderos señalizados pero puedes bordearlo y disfrutar de una ruta por sus orillas y los alrededores, disfrutando de los sonidos de los mirlos y petirrojos e incluso, si tienes suerte, ver las liebres, zorros o comadrejas que se esconden esquivos entre la vegetación.
En Yesa puedes visitar los restos del puente de los Roncaleses sobre el río Aragón, construido en el siglo XI y que conserva tres de sus cinco arcos. La leyenda cuenta que aquí tuvo lugar una importante batalla durante la Reconquista, con la victoria de los vecinos de Roncal sobre las tropas árabes.
Y, si dispones de tiempo, tienes que visitar el monasterio de Leyre, una construcción medieval encaramada en la montaña desde la que puedes disfrutar de las mejores vistas del embalse de Yesa mientras escuchas canto gregoriano que te erizará la piel.
Yesa es un lugar mágico: una playa enclavada en un interior montañoso, un lugar donde practicar deportes náuticos, presumir de buenas piezas de pesca, dar hermosos paseos y disfrutar de espectaculares vistas. Sea verano o invierno el Mar de los Pirineos te está esperando.
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