Una ruta por Europa a través de sus monumentos más importantes

Tanto para los propios europeos como para americanos, sudamericanos y asiáticos recorrer Europa es toda una delicia. Pero no es de extrañar, claro. Mucho menos si miramos detalladamente todo lo que nos ofrece: ciudades grandes y hermosas, pueblos chiquititos pero que desprenden magia, montañas, lagos, ríos, playas variadas pero entre las que cuesta escoger una favorita. Hay muchísimos lugares de Europa que atrapan y eso es indiscutible.

Pero en estas líneas vamos a centrarnos en los monumentos más conocidos e importantes que encontramos repartidos por todo el continente. Aquellos monumentos icónicos que son algo así como la máxima representación de una ciudad. Por tanto, también son aquellos de los que hemos escuchado hablar desde pequeños y aquellos en los que pensamos cuando hablamos de una ciudad determinada.

Así, podemos empezar haciendo mención al Big Ben de Londres. Sin duda alguna todos hemos visto en algún momento una imagen de esa impresionante torre del Palacio de Westminster… Aunque para los más despistados hemos de hacer un apunte: aunque asociamos el nombre Big Ben a la torre entera, el Big Ben es en realidad el reloj de la torre.

Damos un salto ahora a España, que nos queda relativamente cerca de la capital de Inglaterra. Y aquí vamos a hacer mención a dos monumentos, no solamente a uno. Y es que sería un grave error escoger entre la Sagrada Familia y la Alhambra de Granada; los dos atraen a muchísimos turistas a Barcelona y Granada respectivamente.

Si hablamos de Lisboa tenemos que referirnos a su Torre de Belém, aunque claro está que no es tan conocida como la Torre Eiffel de París. Ésta última es todo un símbolo de la capital francesa y es famosa e importante a nivel mundial.

Seguimos avanzando por Europa para visitar la Puerta de Brandenburgo, el icono de Berlín. Data del siglo XVIII y daba entrada a la antigua capital de Alemania. Hoy en día ha quedado como algo parecido a un arco del triunfo. Y muy diferente es el Atomium de Bruselas… un monumento en forma de átomo pero muchísimas veces más grande. Dentro, para quien no lo sepa, hay un museo que se puede visitar.

De Bélgica nos vamos a Italia para referirnos a la Torre de Pisa, esa bella torre blanca e inclinada que tanto llama la atención. Y también al Vaticano y al Coliseo de Roma, símbolo por excelencia de la capital italiana.

Ahora que hablamos de historia, pues en el Coliseo de Roma se celebraban luchas de gladiadores durante la época de los romanos, nos vamos a Grecia para seguir viajando en el tiempo. Aquí, podemos resaltar el Partenón de Atenas y la Acrópolis.

En la República Checa destaca el ayuntamiento de Praga. En Hungría destaca el Parlamento de Budapest. Y si nos vamos a Rusia, más en concreto a Moscú, su monumento más icónico es la catedral de San Basilio, tan bella con sus colores rojizos…

Como ves, hay muchos monumentos representativos en Europa. ¿Se te ocurre alguno más?