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EL SECRETO MEJOR GUARDADO DEL DESIERTO DE EGIPTO

Siwa, el oásis de Cleopatra y el oráculo de Alejandro Magno

Siwa no es un vergel más dentro del desierto egipcio. Se trata del hogar del oráculo que marcó a Alejandro Magno, pero también del lugar en el que se encontraba la piscina favorita de Cleopatra. Dos grandes personajes unidos en un pequeño palmeral que influyó muchísimo en la historia de la Antigüedad.

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Lo que uno no imagina en pleno desierto, en medio de la nada más absoluta, es encontrar de repente un oasis tan excepcional como del que os vamos a hablar. Especial por muchos motivos. El primero, por ser uno de esos secretos que pocos conocen. El segundo, porque a lo largo de la historia grandes personajes recalaron en él.

Tras un largo trayecto por carretera con el sol como compañero, a más de 550 kilómetros de la capital del país, El Cairo, atravesando el árido e inhóspito desierto, llegar a Siwa por primera vez es una sensación increíble. Aparece así de repente ante nuestros ojos como una isla rodeada de arena, verde y exuberante, una isla que sorprende y que esconde tesoros maravilloso. Un edén de manantiales minerales, lagos salados, olivos y palmeras, que sigue ahí desde la antigüedad.

En el oasis que descansa una pequeña ciudad ajena a todo, Shali, una ciudad encantadora en la que uno siente el peso de la historia. Podemos empezar por visitar su fortaleza, imponente en el centro. Curiosa ya que fue construida con kershef, una mezcla de rocas salinas de los lagos de sal del lugar y de barro. Las ruinas con sus curiosas formas se van desmoronando después de cada lluvia, pero han llegado por suerte hasta nuestros días. Desde la parte más alta de esta fortaleza las vistas sobre el oasis son simplemente maravillosas.

Podemos pasear después, a cuatro kilómetros de la ciudad, por caminos de arena para vivir una experiencia impresionante, explorar el templo del Oráculo, el mismo que en su día visito Alejandro Magno para consultar el oráculo de Siwa. Si eres un amante de la historia, aquí te sentirás como si hubieras hecho una regresión al pasado. Cuesta creer que este lugar alojara al famoso oráculo griego de Júpiter Amón, y que las piedras que tu estás pisando son las mismas que pisó Alejandro Magno en el año 331 a. C. Cuenta la leyenda que preguntó al oráculo si gobernaría el mundo y que la respuesta fue que sí, pero que no por mucho tiempo. Cerca se puede visitar también el templo de Amón, de la 30ª dinastía. El siempre misterioso y mágico Egipto.

Pero si hay una atracción en Siwa imprescindible, esta es la Piscina de Cleopatra. Una piscina natural de aguas termales en la que se cree se bañó la reina egipcia más famosa. ¿Te imaginas nadar o reposar donde lo hizo la mismísima Cleopatra? Eso si, quizás no cómo lo hizo la reina, ya que ahora hay que hacerlo cubriéndote algo el cuerpo si eres una mujer. Se aconseja llevar una camiseta sobre el bañador. La piscina de Cleopatra es una recompensa plácida y reparadora para terminar un día tan intenso como este.

No dejes de visitar también el Museo de Siwa, construido por un diplomático canadiense con la intención de preservar y mostrar cómo es y cómo era la vida en este oasis. Y si te gusta la aventura reserva un safari por este gran mar de arena o un recorrido en quad por el desierto.

La mejor época para visitar el oasis de Siwa es en los meses menos calurosos del año, de octubre a abril cuando las temperaturas solo alcanzan los 35 a 45 ºC. Si estás buscando un destino exótico pero intenso, donde vivir la aventura pero también descubrir la historia, el oasis de Siwa es uno de esos destinos imprescindibles.

Más información:
Turismo de Egipto

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