Alemania
Stuttgart: 5 lugares imprescindibles de la ciudad alemana
Stuttgart es una de las ciudades de Alemania menos visitadas a nivel turístico pero con un encanto absolutamente espectacular. Si estás pensando en visitarla, a continuación encontrarás los lugares imprescindibles.
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Si estás pensando en una próxima escapada y quieres que el destino sea Alemania, Stuttgart puede ser una gran opción. No suele estar entre las primeras opciones a visitar, pero a continuación descubrirás unos cuantos lugares que te dejarán con ganas de recorrer sus calles. Tiene innumerables atractivos que, desde luego, no te dejarán indiferente.
Pasear por Königstrasse
Si decides viajar a Stuttgart, es absolutamente imprescindible que pasees por la calle más famosa de la ciudad: La Königstrasse o “Calle del Rey”. Es peatonal y, gracias a ella, descubres el centro histórico. Tiene un kilómetro de largo y, además, es considerada como la calle más comercial de Stuttgart. Allí encontrarás desde los comercios más tradicionales con sus productos típicos hasta las marcas más internacionales.
Por si fuera poco, en Königstrasse podrás encontrar un gran número de reclamos turísticos de la ciudad, desde el museo del arte, las galerías de Könnigsbau hasta Schlossplatz. En esta última nos vamos a centrar a continuación, ya que es una de las grandes bellezas que encontrarás en la ciudad alemana.
Enamorarte de Schlossplatz
Significa “Plaza del Castillo”. Estamos ante una espectacular explanada que llegó a utilizarse para instruir a caballos e, incluso, para realizar numerosos desfiles de infantería. Eso sí, desde el siglo XIX, es considerado como uno de los lugares más bonitos de Stuttgart. Es un lugar absolutamente perfecto no solamente para descansar, sino también para desconectar de la ciudad ya sea tomando algo en alguna de sus cafeterías o, simplemente, tumbándote en el césped.
Cabe destacar que en el centro de esta plaza encontrarás la Jubiläumssäule. Se trata de una columna que se levantó entre los años 1842 y 1846 con el fin de celebrar los 25 años de reinado de nada más y nada menos que Guillermo I. Por si fuera poco, también tendrás la oportunidad de disfrutar del “Castillo Nuevo” o Neues Schloss, que se levantó entre los siglos XVIII y XIX.
Contemplar las vistas desde la Torre de la Televisión
Ver una ciudad desde las alturas siempre es un gran plan, y Stuttgart te ofrece la posibilidad de hacerlo. La Torre de la Televisión (o Fernsehturm) tiene 217 metros de altura y es sencillamente espectacular. Se levantó entre 1954 y 1956 en lo más alto de la colina Hoher Bopser y se convirtió, indudablemente, en la primera torre de todo el mundo en ser construida de mero hormigón armado.
Lejos de que todo quede ahí, en el punto más alto de esta Torre hay una cafetería desde la que podrás disfrutar de estas vistas con un buen café, refresco o copa de vino. Desde ese lugar no solamente disfrutarás de unas grandes vistas de Stuttgart, sino también de Schwäbische Alb, Schwarzald o, incluso, puedes llegar a divisar los Alpes si el día está despejado.
Descubrir el barrio de Bohnenviertel
Si lo traducimos, significa “Barrio de los frijoles”. ¿Y a qué se debe este nombre? Porque en los jardines solían tener una zona en la que se cultivaban alubias. Es un barrio en el que viajas en el tiempo, concretamente al siglo XIV. Por aquel entonces se encontraba fuera de las murallas de Stuttgart, y en él, habitaban desde judíos hasta artesanos y, por supuesto, empresarios del vino.
Es un hecho que pasear por sus calles es absolutamente mágico. Bien es cierto que, hoy en día, poco queda de esas costumbres que tanto les caracterizaban hace unos siglos. Aun así, permanece ese ambiente bohemio que se ha convertido en uno de los grandes atractivos de la ciudad alemana. Desde tiendas de segunda mano, hasta galerías de arte, joyerías alternativas y tiendas de antigüedades. ¡No le falta detalle!
Pasear por Rosensteinpark
Es una oportunidad más que perfecta para estar en contacto con la naturaleza. Y es que Rosensteinpark es conocido por ser el mayor jardín, al más puro estilo inglés de la parte suroeste de Alemania. Guillermo I fue el encargado de mandarlo construir allá por el siglo XIX. En él podemos descubrir grandes rincones de ensueño, así como lugares destacados como el Palacio Rosenstein que, actualmente, es el Museo de la Ciencia.
Por si fuera poco, también podemos disfrutar del Jardín Zoológico y, por supuesto, el conocido Botánico Wilhelma. Este último es considerado como uno de los jardines botánicos más espectaculares y bonitos de toda Europa. ¿La razón? Puedes observar hasta un total de 9.000 animales de 1.000 especies distintas. Por si fuera poco, también existe una inimaginable colección tanto de magnolias como de orquídeas. ¡Absolutamente espectacular!
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