Todo lo que puedes hacer en el famoso Central Park

Si hay un parque conocido por todo el mundo, ese es sin lugar a dudas el Central Park de Nueva York. Es el pulmón verde de Manhattan y, en realidad, lo sería de casi cualquier ciudad en la que se encontrase. Y es que sus dimensiones superan, incluso, a las de Mónaco o El Vaticano. Mide unos 4 kilómetros de largo y casi 1 de ancho.

Dicho esto, puede que si tenías ganas de recorrerlo entero se te hayan quitado de golpe. Pero lo cierto es que recorrer Central Park al completo puede resultar innecesario. Es enorme, tiene muchas zonas y ofrece muchas cosas para hacer. Así que lo mejor que puedes hacer es escoger unas pocas y dedicar unas cuántas horas a ellas.

Para empezar, diremos que Central Park cuenta con cuatro grandes lagos. Uno de ellos se llama The Pond y queda cerca de la 5ª Avenida, en la mitad sur del parque. De hecho, es en esta mitad del parque en la que se encuentran la mayoría de sus atractivos.

Otro de los lagos que puedes ver en esta zona es The Lake, por el que podrás navegar alquilando barquitas o góndolas. Pero además de estos lagos, en esta zona se encuentra el zoo, para quienes puedan estar interesados en visitarlo.

Por otro lado, también es aquí donde está su famoso carrusel con caballitos o el famosísimo restaurante Tavern on the Green, que reabrió sus puertas en 2014 después de unos años cerrado.

También en el sur de Central Park podrás patinar sobre hielo en la pista Wollman Rink si lo visitas en invierno; en verano es un pequeño parque de atracciones. Podrás descansar en el Sheep Meadow o recorrer el paseo principal del parque, que se llama The Mall.

Visitar el observatorio Beldevere Castle es otra de las cosas que puedes hacer en Central Park. Pero como la oferta es bien amplia, quizá prefieras complementarlo con un paseo por el Shakespeare Garden, hacer un pícnic en Great Lawn, ver la estatua de Alicia en el país de las maravillas o la dedicada a John Lennon.

En la zona norte de Central Park puedes visitar los otros dos grandes lagos, observar la cascada de la zona de bosque llamada The Ravine o recorrer los Conservatory Gardens. Y, por supuesto, en cualquier zona de Central Park puedes ver ardillas, darles de comer, jugar con ellas o hacerles esas fotos que tanta envidia te dan cada vez que las ves por redes sociales.