En Bolivia, Canadá y Turquía
Tres hoteles más que originales
Construidos con sal, con hielo o en una cueva. Así son los tres hoteles que te proponemos.
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Hotel Palacio de Sal (Bolivia). Con una superficie de 12.000 kilómetros cuadrados, una altura de 3.660 metros sobre el nivel del mar, un espesor de 120 metros y con 11 estratos de dos a veinte, el salar de Uyuni, en Bolivia, es la superficie y el espejo de sal más grande del mundo que se ve desde el espacio. Es aquí donde se puede encontrar también el primer hotel construido 100 % en sal de todo el mundo, desde paredes, a techos, mesas o sillas. Su nombre es Palacio de Sal. Juan Quesada fue el ideólogo de esta loca iniciativa que abrió sus puertas en 2004. Desde entonces lo exótico, lo moderno y lo autóctono, se combinan para crear, sobre más de 4.500 metros cuadrados, el primer hotel de sal del mundo. De arquitectura única y sui generis, su objetivo era brindar a los visitantes al salar un lugar, con 24 habitaciones, entre suites, habitaciones vip y estándar, donde encontrar el equilibrio con la naturaleza y disfrutar un descanso placentero e inolvidable. Por su originalidad, Palacio de Sal ha sido galardonado como uno de los hoteles más insólitos del mundo. Precio: desde 136 euros.
Hotel de Glace (Canadá). Localizado a 10 minutos del centro de Québec, abre sus puertas durante tres meses al año -en 2017 abrirá desde el 4 de enero al 26 de marzo-, cuando empieza a entrar la primavera, para luego convertirse en un banco de nieve. Está inspirado en un hotel de Suecia (el Icehotel en Jukkasjarvi), que también funciona de forma temporal. Su construcción requiere de 500 toneladas de hielo y 30.000 toneladas de nieve, sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados y una altura de 5,4 metros. El hotel cuenta con 44 habitaciones y salas de estar, un bar con capacidad para 400 personas y una capilla de hielo. Los turistas vivirán la experiencia de descansar en el frío que, gracias a su sistema de calefacción, resulta cómodo y confortable. ¿Su precio? A partir de 199 dólares.
Hotel Yunak Evleri (Turquía). En el paisaje mágico de las chimeneas de hadas de Capadocia, en el pueblo antiguo Urgup, es un hotel exclusivo excavado en el acantilado de la montaña, Yunak Evleri. Este complejo turístico está formado por siete cuevas excavadas por los cristianos entre los siglos VI y VI que alberga 40 habitaciones, todas diferentes, y una mansión griega levantada en el siglo XIX. Los alojamientos están comunicados con el exterior a través de patios privados o balcones con espectaculares vistas. Cada habitación cuentan con bordados hechos a mano, cortinas de encaje, muebles antiguos que datan de la época otomana y kilims tradicionales. A esto hay que sumar las comodidades propias de un hotel de lujo: camas hipoalergénicas, bañeras de hidromasaje, conexión a Internet, un restaurante en el que degustar los platos típicos de la región. La ubicación del Yunak Evleri, en el antiguo pueblo de Urgup (15.000 habitantes), lo convierte en la base perfecta para realizar rutas por la Capadocia. El propio hotel ofrece una serie de actividades como rutas en bicicleta, ‘trekking’ o paseos a caballo. Sin embargo, la mejor forma de apreciar la singularidad de esta zona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985, es a vista de pájaro, durante un trayecto en globo aerostático. Para llegar a Urgup lo más cómodo es utilizar el aeropuerto internacional de Nevsehir-Tuzköy, la capital regional. Situado a sólo 40 kilómetros de distancia, recibe vuelos desde Madrid y Barcelona, con escala en la capital de Turquía, Estambul. Su precio: desde 110 dólares.
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